El ministerio de la felicidad suprema de Arundhati Roy
No sé dónde parar ni cómo continuar. Me detengo cuando no debo. Sigo adelante cuando debería detenerme. Hay cansancio. Juntos me roban el sueño y juntos restauran mi alma. Hay multitud de problemas si. Solución a la vista. Los amigos se convierten en enemigos. Si no lo son abiertamente, lo ocultan en la reticencia y el silencio. Pero todavía me queda por ver qué un enemigo se convierta en amigo. No parece que haya esperanzas. Pero fingir que aún las hay es lo único que no queda...
|