El dios de las pequeñas cosas de Arundhati Roy
...Los traseros de los hombres nunca crecen. Al igual que las carteras de colegial, evocan al instante la niñez...
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El dios de las pequeñas cosas de Arundhati Roy
...Los traseros de los hombres nunca crecen. Al igual que las carteras de colegial, evocan al instante la niñez...
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El dios de las pequeñas cosas de Arundhati Roy
...Sólo continuaron creciendo las enredaderas, como las uñas de los pies de los cadáveres...
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El dios de las pequeñas cosas de Arundhati Roy
...Comenzó a parecer más sabio de lo que realmente era. Parecía un pescador en una ciudad. Lleno de secretos marinos.
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El dios de las pequeñas cosas de Arundhati Roy
...Ése era el problema con los parientes. Al igual que los médicos aviesos, sabían dónde hacer más daño al tocar.
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El dios de las pequeñas cosas de Arundhati Roy
Le estaba agradecido porque no quería cuidarle. Porque no se ofrecía a ordenarle el cuarto. Por no ser su empalagosa madre. Llegó a depender de ella porque ella no dependía de él. La adoraba por no adorarlo.
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El dios de las pequeñas cosas de Arundhati Roy
Tras ellos el río latía en la oscuridad, brillando como seda salvaje. Los bambues amarillos lloraban. La noche apoyaba los codos en el agua y los observaba. |
El dios de las pequeñas cosas de Arundhati Roy
¡Es tan fácil, a fin de cuentas, destrozar una historia! ¡Romper una cadena de pensamiento! ¡Malograr un fragmento de sueño transportado cuidadosamente como una pieza de porcelana!
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EL dios de las pequeñas cosas de Arundhati Roy
No importaba que la historia ya hubiese empezado, porque hacia tiempo que el kathakali había descubierto que el secreto de las Grandes Historias es que no tienen secretos. Las Grandes Historias son aquellas que ya se han oído y se quiere oír otra vez. Aquellas a las que se puede entrar por cualquier puerta y habitar en ellas cómodamente. No engañan con emociones o finales falsos. Sabemos como acaban y, sin embargo, las escuchamos como si no lo supiéramos. De mismo modo que, aun sabiendo que un día moriremos, vivimos como si fuéramos inmortales. En las Grandes Historias sabemos quién vive, quién muere, quién encuentra el amor y quién no. Y aún así, queremos volver a saberlo. Ahí radica su misterio y su magia.
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El dios de las pequeñas cosas de Arundhati Roy
Las Grandes Historias son aquellas que ya se han oído y se quiere oír otra vez. Aquellas a las que se puede entrar por cualquier puerta y habitar en ellas cómodamente. No engañan con emociones o finales falsos. No sorprenden con imprevistos. Son tan conocidas como la casa en la que se vive. O el olor de la piel del ser amado. Sabemos cómo acaban y, sin embargo, las escuchamos como si no lo supiéramos. Del mismo modo que, aun sabiendo que un día moriremos, vivimos como si fuéramos inmortales. En las Grandes Historias sabemos quién vive, quién muere, quién encuentra el amor y quién no. Y, aun así, queremos volver a saberlo. Ahí radica su misterio y su magia. |
El dios de las pequeñas cosas de Arundhati Roy
Las Grandes Historias son aquellas que ya se han oído y se quiere oír otra vez. Aquellas a las que se puede entrar por cualquier puerta y habitar en ellas cómodamente. No engañan con emociones o finales falsos. No sorprenden con imprevistos. Son tan conocidas como la casa en la que se vive. O el olor de la piel del ser amado. Sabemos cómo acaban y, sin embargo, las escuchamos como si no lo supiéramos. Del mismo modo que, aun sabiendo que un día moriremos, vivimos como si fuéramos inmortales. En las Grandes Historias sabemos quién vive, quién muere, quién encuentra el amor y quién no. Y, aun así, queremos volver a saberlo. Ahí radica su misterio y su magia. |
Gregorio Samsa es un ...