Quizás, junto con el primero, de los que más me ha gustado de la saga... Crímenes cruzados con un personaje en común, pero no siempre es lo que parece
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Quizás, junto con el primero, de los que más me ha gustado de la saga... Crímenes cruzados con un personaje en común, pero no siempre es lo que parece
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Me gusta como el autor construye las tramas policíacas, ya que te mantiene detrás de ellas sin dejarte perderte....Este libro nos muestra, además, un poquito más de la historia personal de Milo Malart, para así ir componiendo el puzzle del personaje
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Quería descubrir al autor de "Dócil" pero cuando vi que era el tercer libro de una saga, tuve que empezar con el primero.Y es una novela policiaca con mayúsculas, centrada en el trabajo de los policías. Si bien el protagonista se caracteriza por ser capaz de ponerse en la piel del asesino de manera algo "telepática" no por ello la novela depende de eso.Me ha gustado muchísimo y, desde luego, leeré los dos libros que hay con este personaje de protagonista
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Con “Malart” Aro Sáinz de la Maza cierra su tetralogía de los elementos (en este caso con el agua como hilo conductor) protagonizada por el Inspector del Grupo Especial de Homicidos de los Mossos d’Esquadra Milo Malart. Y lo hace con una apuesta arriesgada ya que, a pesar de su título, “Malart” es una historia sin su protagonista. A bordo de un lujoso yate en alta mar aparecen los cadáveres de un matrimonio de la alta burguesía catalana, recientemente absueltos de la muerte de una joven debido a una oportuna contaminación de las pruebas. Esa falta de castigo hizo que Malart se la tuviese jurada a la pareja. Las evidencias en el lugar de los hechos apuntan a Milo como responsable y, el hecho de que este se encuentre desaparecido, parece apoyar la teoría que lo señala como culpable pero ¿pudo realmente Malart acabar con la pareja? En esta cuarta entrega encontramos los elementos característicos de la serie pero con una pequeña vuelta de tuerca. Aquí serán los personajes femeninos los que lleven la riendas de la historia, quedando el personaje de Malart en un segundo plano. La Subinspectora Rebeca Mercader será la principal valedora de la inocencia de Malart y, para limpiar su nombre, tratará de meterse en su mente adoptando alguna de sus peculiaridades investigativas, para lo que deberá cambiar la razón por la intuición. La ausencia de Malart le servirá para crecer como personaje respecto a las entregas anteriores. Malart continúa igual de auténtico que en las novelas previas. Impredecible, asocial, sagaz…la conducta errática que ha mostrado en los últimos tiempos hace pensar a sus compañeros que definitivamente ha caído en el abismo pero, bajo esa superficie de tipo duro, inaccesible y de trato difícil, se esconde un hombre completamente diferente, pero al que muy pocos han sido capaces de conocer. El personaje resulta creíble ya que arrastra un bagaje que le ha hecho ser quien es y que permite al lector comprender sus actos (aunque puede leerse de forma independiente, es recomendable leer las novelas en orden para apreciar la evolución del personaje). No solo los personajes son potentes y están bien trabajados, la trama resulta igualmente atrayente, haciendo uso el autor de un fantástico manejo de los tiempos para mantener al lector enganchado. La acción transcurre en apenas 60 horas, lo que imprime ritmo a la historia, consiguiendo que lector se implique todavía más en la trama, cómo si de él mismo dependiese exonerar a Malart de los crímenes que se le imputan. La historia es una crítica a las clases altas y esa impunidad que creen poseer únicamente por el hecho de tener dinero y poder, como si esos privilegios fuesen suficiente para quedar exentos de pagar por sus delitos. La tremenda frustración que esto provoca en Malart se traslada al lector, haciéndole reflexionar acerca de esa fina línea que separa el ser víctima o verdugo. Un estilo conciso, con frases cortas y directas, hacen que esta carrera contrarreloj sea adrenalina pura. Novela negra ambientada en Barcelona, con una trama atractiva y un interesante desarrollo psicológico de sus personajes. Aunque suponga el cierre de la tetralogía, el autor ha anunciado que Malart volverá y, por mi parte, estoy deseando ese regreso. + Leer más |
Aro Sáinz imprime a su serie los elementos de la naturaleza ambientada en Barcelona un ritmo trepidante con complejos y potentes personajes y unas tramas-críticas sugerentes, duras y actuales que las hace muy atractivas y atrapantes. Malart es hasta la fecha la última entrega y aunque se puede leer independiente es a través de la serie la que nos permite conocer al peculiar inspector Milo Malart. En la costa de Barcelona un pesquero intercepta un yate de lujo que navega a la deriva con los cadáveres de un matrimonio de la alta burguesía catalana. Este matrimonio, obsesión de Milo quien no olvida ni suelta a su presa, fue absuelto del crimen de una joven estudiante por la muy conveniente contaminación de pruebas. La investigación es asignada al Grupo Especial de Homicidios de los Mossos en colaboración con la Guardia Civil del Mar y las primeras pesquisas incriminan claramente a Milo pero... ¿dónde está Malart? Comienza una carrera a contrarreloj para encontrar al inspector y las pruebas que lo exculpen... o no. Resulta paradójico que a pesar del título, Malart, que ya crea escuela, ceda protagonismo a los personajes femeninos de la subinspectora Rebeca Mercader y la joven en paro Jana en la resolución de esta perfecta maralla de corrupción, manipulación y violencia. Una lectura de cinco estrellas que nos mantendrá a la espera de la vuelta de Malart de Oslo, según el autor. ¿Se habrá encontrado con Harry Hole?!?... Interesante! + Leer más |
Hoy traigo mis impreisones sobre este libro que no había leído antes al autor,pero hacia tiempo que lo tenia en pendientes. Lo primero que quiero destacar es que este es el tercer libro de una saga y yo lo leí sin saberlo,es autoconclusívo pero obviamente tiene subtramas o lineas personales de los libros anteriores,si lo pasas por alto se lee sin problema. Me ha gustado mucho la trama principal,un joven que aparece cubierto de sangre y una familia asesinada...el es víctima o verdugo... Tal como avanzamos nos adentramos en un túnel complicado,tanto como lo son las relaciones familiares y si encima guardan secretos bastante turbios,tienes la tormenta perfecta. Conserva a lo largo de la trama muy buen ritmo,no decae ni se va demasiado por otros derroteros,sino que cada paso que da se descubre algo más que añadir,y ya os digo que todo es turbio,oscuro y no se salva ni el tato... Sobre el personaje de Milo,bueno,me ha parecido que va con bastante cliché policíaco,es una especie de Colombo con Harry el sucio por las formas...tiene su explicación supongo ya que viene de libros anteriores,aunque puedes saber alguna cosa ,otras se me han quedado en el aire,por no haber leído los anteriores. Me ha gustado bastante y lo recomiendo. + Leer más |
Hoy os traigo mis impresiones sobre "Dócil", la tercera entrega una tetralogía protagonizada por Milo Malart, inspector del Grupo Especial de Homicidios de los Mossos d'Esquadra. Una novela, ambientada en su totalidad en la cosmopolita Barcelona, nueve meses después de los atentados de Las Ramblas, que me ha fidelizado como lectora de este escritor con tanto talento. Un lunes de madrugada, cuando aún no ha amanecido en la ciudad condal, un joven completamente empapado de sangre pierde el conocimiento a tan solo cincuenta metros de la comisaría de los Mossos situada en la Plaza de España. Los primeros indicios apuntan a que la sangre de su ropa pertenece a tres grupos diferentes como mínimo, y según la implicación del muchacho podría ser víctima, testigo o el mismo asesino, dado que las únicas palabras que han salido de su boca han sido "Todos están muertos". Un despliegue policial buscará el supuesto escenario del crimen, y unas horas más tarde hará un macabro descubrimiento en un barrio de clase media acomodada en las inmediaciones de la montaña de Montjuïc. El inspector Milo Malart, que se encontraba de vacaciones forzosas tras el último caso del que se ocupó, será reincorporado al cuerpo para hacerse cargo de la investigación de un suceso enrevesado cuyas raíces se hunden en el fango del pasado y que hará aflorar sus demonios interiores, a los que deberá hacer frente. Comienza para Milo una carrera contrarreloj a la que se suma la presión de sus superiores y de la opinión pública. ¿Logrará cerrar el círculo y resolverlo? "Dócil" es una novela tan negra como la noche, que traslada al lector hasta una Barcelona convulsa, en un momento en que la ciudad está en alerta antiterrorista y sufre constantes cortes de tráfico por las habituales manifestaciones con proclamas de carácter político. Su argumento es como una descarga de adrenalina contenida, totalmente adictivo y contiene una buena dosis de tensión narrativa. La trama ingeniosa y perfectamente imbricada conduce al lector con un ritmo convulso, dejándole sin aliento al desarrollarse toda la acción en el breve período de cinco días, hasta los abismos más sórdidos de la conducta humana. Mediante un estilo directo y sin complicaciones, una prosa sencilla y sin ambages, y de la mano de un narrador omnisciente que asume la voz del relato y focaliza su atención sobre Milo, Aro Sáinz de la Maza ha dado vida a una historia bien planteada que mantiene la intriga en todo momento y logra que el lector permanezca pegado a sus páginas, encajando las piezas de un complicado puzle de forma coherente que nos revelará la respuesta a un caso harto complicado, toda vez que nos invita a participar en los dramas personales de sus personajes, que son el punto fuerte y el motor que impulsa la historia. Dos son sus protagonistas principales y brillarán con luz propia: Milo Malart y Lucas Torres. El primero es un hombre fracturado, sensible, de cuantiosos matices y vestido de realidad, auténtico y muy humano, que puede llegar a flaquear, dudar e incluso tener miedo. Es un policía intuitivo y observador, con gran predisposición para ponerse del lado de los más desfavorecidos. Un profesional dedicado en cuerpo y alma a su trabajo, al que se aferra para evitar hundirse en una espiral autodestructiva. Su fama de buen investigador le precede y eso ha sido lo que ha inclinado la balanza a su favor para que sus superiores decidieran reincorporarlo, poniéndolo al frente del caso. Un ser introvertido y atormentado por sus conflictos internos que atrae al lector como un imán, provocando su empatía. Su equipo es como una familia para él, una familia unida por sólidos lazos de lealtad. Todos los que lo conocen coinciden en que el descanso lo ha vuelto más humano, ya no es aquel zumbado incapaz de controlar sus emociones. Ahora su actitud es más reposada. ¿O es solo en apariencia? En cuanto a Lucas Torres no os voy a revelar nada, prefiero que lo descubráis vosotros mismos. El resto de personajes secundarios están pincelados en su justa medida y, de entre ellos, mención aparte merece un personaje secundario cuya personalidad maquiavélica se irá revelando conforme la investigación avanza. Sintetizando: "Dócil" es una novela negra con ritmo de thriller y trama compleja que no deja cabos sueltos, protagonizada por un carismático e icónico personaje que lee libros de autoayuda a pesar de sentir aversión hacia los psicólogos, aunque la locura sea la historia de su vida. Una novela que radiografía la Barcelona actual y que puede leerse independientemente, aunque se hayan obviado las anteriores entregas porque el autor nos da las pincelada precisas para ponernos en antecedentes sobre la vida personal de su personaje principal. Una historia de contradicciones, de miedo a la soledad, de amores no correspondidos, de culpa, codicia, venganza y corrupción que pone de relieve que el pasado siempre regresa para ajustar cuentas. Un título que recomiendo encarecidamente a los lectores del género porque Aro Sáinz de la Maza sabe cómo humanizar y vestir de realidad a sus personajes, construir tramas convincentes y adictivas, demoledoras, con una serie de giros argumentales inesperados y sorprendentes. Enlace: https://www.mislecturas.es/2.. + Leer más |
Hoy os traigo la reseña de uno de los libros que he leído durante el confinamiento, un libro que llevaba tiempo esperando su turno entre los ejemplares digitales y que se adelanto a la primera posición cuando comenzaron los días de encierro obligado y necesitaba algo que me hiciera abstraerme de esta funesta realidad que nos está tocando vivir. En Dócil la trama no desmerece, es original, vertiginosa y absorbente, pero si por algo me ha conquistado ha sido por los personajes, potentes, enormes todos ellos, desde los protagonistas a los secundarios y los cuasi secundarios, y permitid que me pare en uno de estos últimos, uno que a pesar de estar presente durante todas las páginas de la novela, de sobrevolar continuamente la trama, sólo tiene una escena, Hugo, ese hermano que hace que Milo sienta pena, culpa, vergüenza, miedo y también e irremediablemente amor fraternal, un personaje al que no se si la enfermedad vuelve un capullo, o es simplemente un capullo que está enfermo. Pero volvamos al principio. Reconozco que no conocía al autor, no había oído hablar de Milo Malart y que me vi arrastrada a leer esta novela animada por los muchísimos comentarios positivos que iba leyendo sobre ella, comentarios, no sinopsis, ni reseñas, una manía que tengo, la de no leer ni las unas ni las otras de las novelas que me interesan. No me gusta determinarme con opiniones ajenas, prefiero acertar o darme el piñazo bajo mi única responsabilidad. En este caso el acierto ha sido pleno, ya os lo digo. Lo dicho, que este ha sido mi primer acercamiento a Milo Malart al que creo que ya he encontrado "evolucionado". Puedo suponer como era en las anteriores entregas porque el autor, a través de él y de otros personajes va dando pinceladas del antes, pero reconozco que tal vez la lectura habría sido más plena de haber leído estas, asique un consejo, y no soy de dar muchos pero en este caso me atrevo, si podéis leed en orden, esta novela es tremenda pero seguro que ganará ir conociendo al protagonista desde el principio. Y es que os aseguro que este es un personaje que merece ser conocido a fondo, un personaje con un método propio que le vale múltiples críticas por parte de sus compañeros, pero que acaba resultando eficaz y una intuición que le lleva a enfrentarse a la evidencia, a la de los demás, claro, hasta las últimas consecuencias. Y es que en esta historia, todos se empeñan en señalar al culpable fácil, al obvio, todos menos Malart, que se empeña en ir más allá, enfrentándose a compañeros y superiores, enfrentándose a menudo incluso a sí mismo, porque lo que va encontrando no le cuadra con nada, es demasiado oscuro, demasiado viscoso, demasiado complicado… y su situación personal tampoco ayuda. Milo ha vuelto antes de tiempo de sus vacaciones obligadas y ha vuelto tocado por algo que no conoceremos, que no sabremos si es real o producto de su imaginación hasta el final de la historia. El autor consigue mantener hasta el final la intriga en todos los frentes, en la vida personal y profesional del protagonista, en el caso que nos ocupa y que va dando giros y más giros hasta poner nuestras certezas del revés, en los casos y las historias que han quedado pendientes… Y no se conforma el autor con esta trama policial, especial, eso sí, porque nos muestra el trabajo de la Policía Judicial, un cuerpo no demasiado explotado en las novelas del género, sino porque hace, además, una radiografía de la situación política y social de la Cataluña actual, de cómo se vive en las calles el enfrentamiento entre los que quieren la independencia y los que se niegan a ella, porque pone el dedo en la llaga del terrorismo islámico, porque se sumerge en los fangos de la corrupción y de la falta de ética de algunos miembros de las fuerzas de seguridad, porque nos habla de mafias y de abusos y se metre de lleno en el peor de los sufrimientos, el de la mente y como cada uno es capaz o no de enfrentarlo. Os aseguro que es una novela de las de no dejar escapar, una novela en la que he conocido a Milo Malart al que no descarto buscar, no tardando en El verdugo de Dalí y El ángulo muerto. + Leer más |
Dócil es la tercera entrega de una serie protagonizada por Milo Malart compuesta ahora por las siguientes novelas: -El verdugo de Gaudí (El asesino de la Pedrera). -El ángulo muerto. -Dócil. En las series, aunque cada caso sea más o menos autoconclusivo, tienen una línea de continuidad a través de la evolución de sus personajes, como en este caso sería la de Milo Malart, pero suelen estar escritas de manera que cada una de ellas pueda leerse de un modo independiente de modo que si no has leído ninguna de las novelas anteriores, ni siquiera te percates de ello, aportando apenas un par de comentarios breves, si es que los hay, de los hechos acontecidos en anteriores novelas. algo evidentemente cada vez más difícil cuantas más novelas lleve la serie. De ahí que mi primera sorpresa sea que las referencias a las novelas anteriores sea en el caso de Dócil muy evidente. No tanto en cuanto a la trama, aunque hay una subtrama de fondo que también recorre esta novela sin resolverse, como a la propia personalidad de su protagonista Milo Malart. Si no se hicieran esas anotaciones, pensaríamos sin duda que Milo es de una forma que se empeñan en mostrarnos como algo no muy real, como algo probablemente transitorio producto de las vacaciones que se vio forzado a tomar y de las que ha vuelto siendo alguien en apariencia muy diferente. Claro, que una cosa es criticarle su manera de ser y otra muy diferente no reconocer que en cierto modo, sea como sea, lo que de él admiran son los resultados que obtiene, por más que en muchos casos sean fruto de una fijación obsesiva por obtener respuestas y descubrir la verdad, lo cual le lleva a forzar su cuerpo hasta extremos muy exagerados, en los que dormir es una pérdida de tiempo por más que esa falta de sueño le llene el cuerpo de toxinas y le impida pensar con claridad. Un presente y un pasado marcado por unos malditos genes familiares que pueden llevarle en cualquier momento a le esquizofrenia o al suicidio. Dócil es una novela negra, muy negra pero al mismo tiempo muy peculiar, porque si bien es verdad que tiene mucho de novela al estilo CSI en la que el apartado de la investigación pericial del escenario del crimen tiene mucha importancia y se nos muestra muy detalladamente el proceso, por otra parte tiene mucho de duelo psicológico entre dos mentes muy privilegiadas, la de Milo y la de Ismael, el joven que acudió a comisaría. Desde el primer momento se plantea al lector una duda que sobrevolará permanentemente sobre toda la novela: ¿Estamos ante una víctima inocente sobrepasada pore las circunstancias o ante un gran manipulador culpable de lo sucedido? La policía parece tener muy pocas dudas: aunque todo sea circunstancial tienen muy pocas dudas de que Ismael es culpable. Pero no es el caso de Malart que, sin descartar nada, no está dispuesto a considerarlo culpable mientras no confiese, mientras los hechos concuerden con todas las pruebas. Y ahí es donde comienza el gran duelo entre dos seres muy parecidos, ante dos seres que viven encerrados en sí mismos y necesitados de compañía y, sobre todas las cosas de amor. Al mismo tiempo nos habla de un tema básico: las relaciones familiares. Porque Ismael no es feliz con su familia. Una familia que en realidad no es la suya, pues es el único superviviente de una matanza que tuvo lugar cuando el tenía tres años y de la que fue el único superviviente. Unas relaciones en la que nos llegaremos a plantear: ¿Es la docilidad una forma de defensa o un sistema de manipulación? Había leído muy buenas opiniones a propósito de Dócil, hablando sobre todo maravillas del personaje, si bien no tenía una idea preconcebida de lo que iba a encontrarme. Lo primero que debo decir es que Dócil se une a la gran cosecha negra que estamos teniendo en el 2020, uno de los mejores arranques de año en cuanto a la calidad de las novelas negras que he leído. Gran novela negra aunque con diferenciaciones muy claras frente a otras novelas del género, pues uno de sus componentes fundamentales es la importancia que tiene el duelo psicológico entre sus protagonistas. Algo que sin duda viene de el tratamiento tan singular que tienen sus personajes. Personajes muy complejos en los que la frontera entre la locura y la realidad no siempre están claros. Cargados de un pasado que los vuelve complejos, sin ser personajes blancos o negros, buenos o malos, sino llenos de multitud de matices que los hacen reaccionar de manera compleja ante las situaciones que tienen delante. Personajes con aciertos y con muchos errores también, lo que los hace más humanos, más creíbles. Un protagonista, Milo Milart que, a pesar de su gran inteligencia e imaginación, está muy alejado de esos mitos de la literatura que en cierto modo odio por su infalibilidad como Sherlock Holmes o Hercules Poirot, siempre en posesión de la verdad y mirando a los demás por encima del hombro por no estar a su altura intelectual. Lejos, muy lejos de ellos está Milo Malarte, de ahí que sea un personaje con el que, aunque no te identifiques, si que consigue cautivarte casi desde el principio. Resumiendo, Dócil es una novela que no debe perderse ningún aficionado al género negro. Enlace: http://www.elbuhoentrelibros.. + Leer más |
El retrato de Dorian Gray