Las chicas de la 305 de Ana Alcolea
– Si al menos se pudiera ver el mar -exclamó Hortensia. – O la academia de los militares. – O las montañas. – O las palmeras. – O el río. |
Las chicas de la 305 de Ana Alcolea
– Si al menos se pudiera ver el mar -exclamó Hortensia. – O la academia de los militares. – O las montañas. – O las palmeras. – O el río. |
Aurora o nunca de Ana Alcolea
Entonces un rayo extraordinario hendió el cielo y los vigías de la atalaya avistaron bajo esa luz fulgurante la figura enigmática de un buque que navegaba en medio de la tempestad con todas sus velas desplegadas. La visión duró un instante y la nave pareció desvanecerse tan súbitamente como había aparecido, entre las tinieblas del horizonte, cuando las campanas enmudecieron bajo el ensordecedor estallido del trueno.
|
Donde aprenden a volar las gaviotas de Ana Alcolea
La vida es aprender, estamos aquí para eso, como las gaviotas. Vivir es peligroso, es cierto. Pero un pájaro no puede quedarse enteramente en su nido, tiene que volar.
|
Las chicas de la 305 de Ana Alcolea
No estamos formando perfectas amas de casa. […] Aquí queremos que salgan profesionales de todos los ámbitos. Mujeres modernas que estén preparadas para liderar un país moderno como es el nuestro y sus relaciones futuras con Europa.
|
El brindis de Margarita de Ana Alcolea
Despojarme de todo lo que hay allí dentro va a ser como quitarme cada una de las capas protectoras de la epidermis y quedarme desvalida, en carne viva, a merced de todos y de cada uno de mis pensamientos. A merced de mí misma, de mi soledad
|
El secreto del colibrí dorado - Narrativa Juvenil) de Ana Alcolea
Pero Amelia, en esta vida hay que luchar por lo que uno quiere –intervino Carlos-. No tiene que resignarse a tener siempre un trabajo tan duro. Creo que no han entendido bien, muchachos. Acostumbrarse no es lo mismo que resignarse. Yo soy una luchadora. Nunca me he resignado a nada. He luchado por mi libertad y por la de mucha gente en mi país. He visto morir a personas queridas porque alguien les segó la vida violentamente. He tenido que criar sola a mis hijos porque mi marido se marchó y no volvió. Estoy aquí luchando, trabajando duro para que ellos puedan ir al colegio todos los días y no les pase lo mismo que a mí. |
Gregorio Samsa es un ...