Las doncellas de Alex Michaelides
Los oráculos coinciden, para vencer al enemigo y salvar la ciudad... ha de sacrificarse una doncella, una doncella de noble cuna...
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Las doncellas de Alex Michaelides
Los oráculos coinciden, para vencer al enemigo y salvar la ciudad... ha de sacrificarse una doncella, una doncella de noble cuna...
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La paciente silenciosa de Alex Michaelides
Mi verdadera motivación fue puramente egoísta. Lo que buscaba era ayudarme a mí mismo. Creo que eso nos ocurre a la mayoría de los que nos dedicamos a la salud mental. Nos atrae esta profesión porque estamos heridos; estudiamos psicología para sanarnos. Que estemos dispuestos a admitirlo o no es otra cuestión.
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La paciente silenciosa de Alex Michaelides
El amor que no implica sinceridad no merece el nombre de amor
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La paciente silenciosa de Alex Michaelides
En cuanto le pones nombre a una cosa, te impide verla en su totalidad, o ver por qué es importante. Te centras en la palabra, que en realidad es la parte más minúscula, como la punta de un iceberg.
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Alex Michaelides
Hay demasiado dolor en todas partes, solo que cerramos los ojos para no verlo. La verdad es que todos tenemos miedo. Nos aterrorizan los demás.
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La paciente silenciosa de Alex Michaelides
nuestra capacidad de contenernos es directamente proporcional a la capacidad de nuestra madre de contenernos: si ella nunca experimentó la contención procedente de su madre, ¿cómo va a enseñarnos lo que nunca aprendió? Alguien que no ha aprendido a contenerse se verá acosado por sentimientos de angustia el resto de su vida, unos sentimientos que Bion definió con mucho acierto como un «terror sin nombre». Y una persona así buscará sin pausa esa contención insaciable en fuentes externas: necesitará siempre una copa o un porro para aliviar un poco su angustia permanente. De ahí mi adicción a la marihuana.
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La paciente silenciosa de Alex Michaelides
Su silencio era como un espejo: te devolvía tu propio reflejo. (Pág. 118) |
La paciente silenciosa de Alex Michaelides
Seguí tumbada escuchando el ventilador. Me gusta el ruido que hace, un zumbido leve. Puedo cerrar los ojos, sintonizar con él y desaparecer.
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La paciente silenciosa de Alex Michaelides
Cuesta imaginar a dos mujeres más diferentes que Kathy y Alicia. Kathy me hace pensar en luz, en calidez, en color y en risas. Cuando pienso en Alicia, solo pienso en profundidad, en oscuridad, en tristeza. En silencio. |
La paciente silenciosa de Alex Michaelides
Sentía tanta humildad y gratitud por cada segundo que pasábamos juntos... Era consciente de la suerte que tenía, de la increíble fortuna que suponía contar con un amor así, de lo infrecuente que era, y de que muchos otros no eran tan afortunados. (Pág. 73) |
La paciente silenciosa de Alex Michaelides
Tú dijiste que estudiabas para loquero y yo te dije que estaba pirada. Así que haríamos una pareja perfecta.
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La paciente silenciosa de Alex Michaelides
Estamos compuestos por partes diferentes, algunas buenas, otras malas, y que una mente sana es capaz de tolerar esa ambivalencia y hacer malabarismos con las partes buenas y las malas a la vez. La enfermedad me tal consiste precisamente en la fgs de esa especie de integración, de modo que acabamos perdiendo el contacto con las partes inaceptables de nosotros mismos. (Pág. 52) |
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La paciente silenciosa de Alex Michaelides
Cada vez te sientes más cómodo con la locura; y no solo con la locura de los demás, sino también con la tuya. Todos estamos locos, creo yo, solo que en diferente grado. (Pág. 31) |
La paciente silenciosa de Alex Michaelides
Intentar atrapar copos de nieve que desaparecen es de alguna manera como intentar atrapar la felicidad: un acto de posesión que al instante deja paso a la nada. (Pág. 28) |
La paciente silenciosa de Alex Michaelides
Mi verdadera motivación fue puramente egoísta. Lo que buscaba era ayudarme a mí mismo. Creo que eso nos ocurre a la mayoría de los que nos dedicamos a la salud mental. Nos atrae esta profesión porque estamos heridos ; estudiamos psicología para sanarnos. Que estemos dispuestos a admitilo o no es otra cuestión. (Pág. 26) |
Las doncellas de Alex Michaelides
El concepto de «psicópata» lo acuñó un psiquiatra alemán en 1888 —el mismo año que Jack el Destripador aterrorizó Londres—, uniendo dos raíces griegas para formar el alemán psychopathisch, que venía a significar «sufrimiento del alma».
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La paciente silenciosa de Alex Michaelides
Love that doesen't include honesty doesn't deserve to be called love
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La paciente silenciosa de Alex Michaelides
Unexpressed emotions will never die. They are buried alive, and will come forth later, in uglier ways.
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La paciente silenciosa de Alex Michaelides
La verdad es que todos tenemos miedo. Nos aterrorizan los demás. Yo tengo miedo de mí misma…, y de la parte de mi madre que llevo dentro. ¿Está su locura en mi sangre? ¿Lo está? ¿Voy a…?
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Gregorio Samsa es un ...