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Un cuento oscuro de Naomi Novik
En la cabecera del estanque, el nuevo árbol-corazón se entrelazó con el antiguo, en un abrazo que sellaba la herida irregular. Y ambos echaban pequeñas flores blancas, como estrellas.
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Calificación promedio: 5 (sobre 291 calificaciones)
/Booktrailer de 'El dragón de Su Majestad' (Umbriel) de Naomi Novik.
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Un cuento oscuro de Naomi Novik
En la cabecera del estanque, el nuevo árbol-corazón se entrelazó con el antiguo, en un abrazo que sellaba la herida irregular. Y ambos echaban pequeñas flores blancas, como estrellas.
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Un cuento oscuro de Naomi Novik
Yo habría pagado con gusto una docena de copas de plata por oír otra voz mortal, a cambio de la posibilidad de creer que no todo el mundo había muerto.
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Un cuento oscuro de Naomi Novik
Sois demasiado joven para ser tan fuerte, ése es el problema; no os habéis desprendido de la gente. Cuando hayáis visto partir a un siglo de los vuestros, entonces seréis más sensata.
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Un cuento oscuro de Naomi Novik
No era como la luz de La invocación, cuyo brillo era frío y claro. Ésta daba la sensación de regresar a casa tarde en pleno invierno y encontrar una lámpara que luce a través de la ventana, que te llama para que entres: era una luz llena de amor y calidez.
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Un cuento oscuro de Naomi Novik
—¡No quiero más sensatez! —dije a voces, como un azote en el silencio de la sala—. No si la «sensatez» significa que no querré a nadie. ¿Qué hay, aparte de la gente, a lo que merezca la pena aferrarse?
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Una educación mortal de Naomi Novik
No creo que nadie se acostumbre nunca a estas cosas, pero solo los alumnos más sensibles siguen echándose a llorar tras perder a alguien cuando la graduación está a la vuelta de la esquina.
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Un cuento oscuro de Naomi Novik
Me incliné sobre él y volví a besarle, me sentía en un maravilloso lugar lleno de un anhelo sin complicaciones. Mi magia y su magia eran un único todo.
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Un cuento oscuro de Naomi Novik
Allí estaban los libros en sus elegantes hileras, como siempre, plácidos y sin inquietarse ante mi necesidad. Algunos de ellos me resultaban ya conocidos: «viejos enemigos», los habría llamado yo, llenos de hechizos y encantamientos que entre mis labios inevitablemente se habrían tergiversado, de páginas temblorosas hasta el desagrado cuando tocaba el pergamino.
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Una educación mortal de Naomi Novik
¡Si no vas a pedírmelo ahora, déjate de historias! Si salimos de aquí con vida y tú te dignas a cruzar el charco para preguntármelo, entonces consideraré la idea; hasta entonces te agradecería que te guardaras tus fantasías Disney para tí.
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Una educación mortal de Naomi Novik
Menos mal que has venido a salvarme, nunca habría vencido a un devoralmas yo sola. - Emití un sollozo de lo más falso contra su pecho. ¿Puedes creerte que hizo amago de rodearme con el brazo y darme una palmadita en el hombro? Así de automático le salía el gesto. Le di un codazo en el estómago para apartarlo. Él dejó escapar un ruidito parecido al quejido de un perro, trastabilló y me miró boquiabierto. - No necesito tu ayuda, mosca cojonera - le dije - Aléjate de mí o te arrepentirás. |
¿Por qué decidió el Principito dejar su planeta?