El demonio: poema oriental de Mijaíl Y. Lérmontov
He encontrado en tus luceros mi edén, mi orco; yo te quiero con la pasión que tú jamás sentiste y nunca sentirás. Desde la misma creación del mundo llevo estampada tu imagen en mi corazón, tu nombre siempre me sonaba en la mudez del Universo, mientras sin meta divagaba en sueños plácidos inmerso. Cuando gozaba todavía benevolencia del Señor, lo único que me dolía era vivir sin tu amor. |