El demonio: poema oriental de Mijaíl Y. Lérmontov
¡Oh, calla! ¡Eres alevoso! Es mentiroso tu hablar... ¡Señor!... No, no podré rezar... Tu artero verbo ponzoñoso me hiere como fuego vivo... Está mi mente envenenada, me harás perder... ¿Por qué motivo me has elegido como amada? |