El demonio: poema oriental de Mijaíl Y. Lérmontov
A ratos sus facciones puras ensombrecía un temor, mas abundaba su figura en tanta gracia y dulzura, tan vivo era su ardor, que si el Demonio la pudiera con su pupila encontrar, recordaría, sin dudar, aquellos tiempos cuando era ángel creado para amar... |