La canción de Aquiles de Madeline Miller
Sentí una sensación extraña cuando me separé del oro, pues había Sido mi compañero durante las semanas de viaje, un recordatorio de mi valía.
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La canción de Aquiles de Madeline Miller
Sentí una sensación extraña cuando me separé del oro, pues había Sido mi compañero durante las semanas de viaje, un recordatorio de mi valía.
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La canción de Aquiles de Madeline Miller
"Pero nada podía eclipsar la mancha de su inmunda mediocridad de mortal a los ojos de la ninfa."
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La canción de Aquiles de Madeline Miller
Esas milésimas de segundo donde se encontraba la línea de nuestras miradas, eran el único momento de mi jornada en que yo sentía algo ...
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La canción de Aquiles de Madeline Miller
Él navegaría rumbo a Troya y yo le seguiría, incluso hasta la muerte.
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La canción de Aquiles de Madeline Miller
—Dime un héroe que fuera feliz. [...] —No lo hay —dijo y se incorporó, inclinándose hacia delante. —No. —Lo sé. Nunca te dejan ser famoso y feliz. —Enarcó una ceja—. Voy a contarte un secreto. —Dime. [...] —Yo voy a ser el primero. —Me cogió la mano y juntó mi palma con la suya—. Júralo. —¿Por qué yo? —Porque tú eres la razón. Júralo. —Lo juro. |
La canción de Aquiles de Madeline Miller
En la oscuridad, dos figuras alargan los brazos a través de una penumbra espesa y penosa. Y cuando las manos se tocan se derrama la luz en cien urnas doradas por las que el sol parece salir a borbotones.
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La canción de Aquiles de Madeline Miller
En cualquier otra ocasión, todo aquello me habría encantado: los nombres de las partes del barco, como driza, mástil o popa; el color de las aguas; el olor puro de los vientos... Pero yo apenas presté atención a nada de eso. Solo pensaba en esa pequeña isla situada en algún lugar delante de mí y el chico de cabellos rubios que esperaba encontrar allí.
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La canción de Aquiles de Madeline Miller
En la oscuridad, dos figuras alargan los brazos a través de una penumbra espesa y penosa. Y cuando las manos se tocan, se derrama la luz de cien urnas doradas, por las que el sol parece salir a borbotones
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La canción de Aquiles de Madeline Miller
Verdad es lo que los hombres creen y eso es lo que creen de vosotros.
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La canción de Aquiles de Madeline Miller
Esa misma mañana, Aquiles se había subido de un salto a mi cama y me había frotado la nariz con la suya. «Buenos días», me había dicho. Aún recordaba su calor sobre mi piel.
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La canción de Aquiles de Madeline Miller
Cuando sonreía, la piel de la comisura de sus labios se arrugaba como el papiro en llamas. Él mismo era una llama. Atraía las miradas porque brillaba. Tenía encanto incluso nada más levantarse con el pelo revuelto y el rostro abotargado por el sueño. |
La canción de Aquiles de Madeline Miller
Algunas personas habrían tomado esta actitud como una muestra de simplicidad, pero ¿no es una muestra de genialidad buscar un atajo al corazón?
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La canción de Aquiles de Madeline Miller
Quirón dijo en una ocasión que las naciones eran el invento mas estúpido de los mortales . " Ningún hombre merece mas que otro , venga de donde venga ".
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La canción de Aquiles de Madeline Miller
«No renuncies a las cosas con tanta facilidad como hiciste una vez».
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La canción de Aquiles de Madeline Miller
...ese contento se debía más a una ausencia que a una presencia, a un efecto colateral de mi miedo: ni mi padre no los chicos estaban cerca...
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La canción de Aquiles de Madeline Miller
Él navegaría rumbo a Troya y yo le seguiría, incluso hasta la muerte.
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La canción de Aquiles de Madeline Miller
Aquiles era vivificador y estimulante incluso mientras descansaba, tanto que ridiculizaba a los muertos y aparecidos.
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¿Cuál es la profesión del narrador que encuentra el Principito en el desierto?