Nos encontramos con una novela de fantasía que a la vez la parte del pasado me recuerda a un cuento de hadas. Nina se despierta y se encuentra en un lugar diferente y que han transcurrido 500 años. Se siente descolocada y desubicada. Allí en el futuro conocerá a unos jóvenes, Álex, Lorena y el pequeño Lucas cada uno con sus propios problemas. Todo tendrá un porqué y veremos que le sucedió a Nina en el pasado. Ella tiene una misión en el futuro pero antes de ayudar a los demás, tendrá que sanarse ella misma con ayuda de sus nuevos amigos. Me ha sorprendido gratamente que la naturaleza, el tema ecologista tiene un papel fundamental en la historia. El ser humano lo estamos destruyendo todo, nuestro oxígeno para respirar y el planeta se resiente. La pluma es ágil y sencilla, en apenas 200 pags la trama está muy bien hilada con unas buenas descripciones tanto del castillo cómo de Alborux y conoceremos en qué consiste la enfermedad de "El mal de Casandra". La mezcla de fantasía con viajes en el tiempo y ése toque de realidad y el romance por enmedio me ha parecido muy acertado. Para mí el punto fuerte de la historia es la gran moraleja que nos transmite y nos hará reflexionar y analizar nuestros actos. Nuestra relación con la naturaleza es intrínsica y no podríamos existir sin ella, sin todos sus recursos y elementos. Tenemos y debemos cuidar el medioambiente ya que es nuestra responsabilidad para asegurarnos la vida que nos pertenece. + Leer más |