Mirar y pensar la belleza de François Cheng
Sí, en el estado supremo, bondad y belleza forman un todo. Si existe diferencia entre ambas, estaría en esto: la belleza puede ser pervertida y utilizada como instrumento para el engaño o la dominación; en este caso, ¿sigue siendo bella? Por ello, la belleza necesita de la bondad para ser garante de su autenticidad. La belleza, por su parte, permite a la bondad superar la noción de deber; irradia bondad y la hace deseable.
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