El descenso de los monstruos

La Saga del Tensorado está resultando como el buen vino. En pocas series, he comprobado que todo vaya mejorando del libro a libro, creo que es la única en lo que he visto esto es “El Señor de los Anillos”. Y eso es poner el listón alto, muy alto. No voy a compararlas, y a decir que Neon Yang es el nuevo Tolkien de los tiempos modernos, faltaría más. Ese comentario me parece muy manido, falso, la mayor parte de las veces e inútil en este caso, ya que las dos series no pueden ser más diferentes entre sí en todos los aspectos. Simplemente con esto quiero señalar la calidad de la tetralogía de Tennsorado. La serie ha sido buena desde el principio, y sospecho que su cuarta y última entrega no va a decepcionarme para nada.

El Instituto Experimental Rewar Teng es un lugar misterios y lleno de misterios en el que tiene lugar un terrible y sangriento accidente que borra de la faz de la tierra a todos sus ocupantes. La encargada de investigar que fue lo que pasó es la investigadora Chuwan, una mujer profundamente critica y descontenta con el Protectorado que tendrá ante si la difícil empresa de desentrañar un misterio en el que faltan muchas piezas y que las altas esferas están deseando que se cierre lo más rápido y silenciosamente posible. Las piezas más importantes con las que cuenta la investigadora son dos prisioneros y viejos conocidos: el líder terrorista Sanao Akeha y le misteriose Rider. Pronto Chuwan acabará implicada en le rebelión maquiniste y descubrirá que el protectorado guarda secretos más oscuros incluso de lo que había pensado.

Me gusta el rollo que una vez más ha sabido meterle le autore a toda la historia, con una trama totalmente diferente a la de los libros anteriores y que no parece muy relacionada con esas obras. Pero en las poca páginas de empezar ya nos deja una ristra de enigmas que desconciertan en el mejor de los sentidos. Hay muchos misterios, y la forma en que le autore los maneja solo dan ganas de dilucidarlos y seguir con esta lectura corta y amena. le autore ha generado mucha intriga con esta historia y con la forma de narrar, y juega con esas cartas de una forma muy inteligente. Desde luego, que sabe empezar fuerte, siempre lo hace, como ya demostró en las anteriores entregas. Uno podría pensar que esta saga ya no puede sorprenderle, pero las revelaciones y los descubrimientos y como Yang juega con él le demuestra que eso no es así para nada. Si “Las Mareas Negras del Cielo” estaba más enfocado en las conspiraciones y las luchas políticas, y “ Los Hilos Rojos de la Fortuna” en la aventura, parece que “El Descenso de los Monstruos” se centra más en el misterio, la investigación y el descubrimiento. Desde el primer minuto ha sido una lectura plagada de tensión y llena de intrigas. Si tuviera que ponerle un pero a la lectura es que a más de la mitad y aún no estamos mas cerca que en las primeras páginas de saber que pasaba en el laboratorio. Me daba la impresión de que se inciden demasiado en cosas que ya sabíamos (que algo estaba cociéndose en el instituto por parte del Tensorado, que trabajaban con unos bichos raros y peligrosos que han acabado con todo quisque y demás) que en crear nuevos misterios o en resolver los que ya hay sobre la mesa. Creo que eso se debe a lo cortito que es este libro,que intenta mantener el misterio hasta el final y por eso incide tanto en lo que ya se sabe.

Mientras qué en “Las Mareas Negras del Cielo” y “Los Hilos Rojos de la Fortnua” se seguía un estilo narrativo lineal, en “El Descenso de los Monstruos” encontramos una nueva forma de narración basada en diarios, informes y cartas. No solo da mucha agilidad a la lectura, también le da mucho realismo y consistencia. Es una técnica que me gusta mucho cuando se da en libros y que aquí juega mucho a favor de la narración.

Y Chuwan, que fan soy de este personaje desde el minuto uno y con solo un libro. Me ha dado la impresión de ser un pequeño elfo maleducado y me he reído con sus comentarios y con la mala hostia con la que se las gasta. Ha salido poco, pero ha sido intenso, y ha dejado claro que es diferente a Akeha y Mokoya como protagonista. Me ha gustado mucho ver desde su perspectiva al resto de personajes que conocemos de las otras entregas. al final siempre hemos leído desde el punto de vista o de Akeha o de Mokoya, y creo que esto enriquece mucho al lector y le ayuda a tener otra perspectiva de la obra y de sus protagonistas. al final, nosotros vemos la historia de estos por lo que cuentan, a través de sus ojos, y eso afecta también a cómo les podemos ver nosotros como personajes, y ademas es posible que ni elles ni nosotros seamos imparciales. Por eso resulta tan refrescante que haya otro punto de vista que nos ayude a entender mejor los personajes.

Me ha parecido un puntazo muy interesante que se usen informes, diarios y cartas como forma de narración. Es un recurso narrativo que normalmente disfruto mucho y que creo que mucha agilidad y credibilidad a la lectura, sea cual sea. Y aquí, además, no se hace de una forma aleatoria sin más, sino que ayuda aportar más misterio e intriga a la trama, a que lector se convierta en partícipe de la frustración y enfado Chuang de cuando descubra que hay partes de los informes que se han ocultado y que no constan, y que buena parte de esa falta de información es por parte de las altas instancias durante su investigación. El que todos esos datos se oculten tanto a ella, como al lector, hace que este último se vuelva más partícipe de lo que está leyendo, que conecte con el personaje mucho mejor y que pueda ponerse en sus zapatos. Y ese feedback ha sido una de las cosas que me obligaba (por así decirlo) a continuar con este libro cuando lo tenia entre manos. Y es que estamos ante una historia muy inteligente y no solo por la trama tan original y bien construida en todos sus detalles. La forma en que le autore maneja el tema de les generes, como hace la ficción a partir de fragmentos de la historia real, como lo lleva todo…Me parece que todo esta super bien hilvanado.

Quizás el final es lo que me ha parecido un poco precipitado, pero al mismo tiempo, eso se lo puedo perdonar, por una vez, al autor. Lo bien que ha llevado el descubrimiento, el misterio, la angustia… Y la forma en que el ritmo, ayudando a que todas las cosas que descubrimos en esta última parte cuajen tan bien y a todos los misterios que se abren de nosotros de cara a la última obra de esta saga. Ese desenlace deja las puertas abiertas para un futuro muy prometedor para el la cuarta y última entrega de la saga, “El Ascenso a lo Divino”. E ilustra muy bien lo que nos dice el (una vez más fantástico) posfacio que acompaña la edición de Duemevels : que en las revoluciones son los pequeños actos los que marcan muchas veces la pauta. Y la trayectoria de el personaje de Chuang lo muestra estupendamente, con su participación breve, pero significativamente activa dentro del gran tapiz que Neon Yang ha compuesto en esta historia llena de ambiciones, magia, inspiración, asiática y personajes, carismáticos y únicos.

Ahora tengo mucha curiosidad por saber cómo van a cristalizar en el último volumen las tres historias que han sido cada uno de las entregas anteriores de esta saga. Porque han sido tres arcos muy diferentes entre sí, pero todos viven del resto.