El ascenso a lo divino

Si algo nos ha dejado claro a lo largo de las cuatro entregas del Tensorado Neon Yang es que con elle las cosas nunca son lineales, que le gusta salirse de la tangente y ponerle pequeños retos al lectore. Cada una de las cuatro novelas de la saga ha tenido una narrativa diferente a las otras, lo que otorga a cada trabajo una individualidad, que rara vez se ve en series literarias. En las dos historias que abrían la saga la narración era más bien lineal y convencional, si bien la novela que abría la historia “Las Mareas Negras del Cielo” abarcaba a tramos prácticamente los primeros 40 años de vida de les gemelas Akeha y Mokoya y era, básicamente, una narrativa de conspiraciones, búsqueda de identidad y trifulcas familiares que giraban entrono a la relación de dos gemeles y como sus caminos debían separarse para, irónicamente, seguir juntes y avanzar. Por su parte, “Los Hilos Rojos de la Fortuna” era un libro más movido y centrado en una acción que se sucedía en apenas 48 horas, protagonizado por una Mokoya efervescente y rabiosa por su pasado. Había cierta relación entre esas dos entregas. Las dinámicas dentro de la sala, empezar a cambiar con su tercera novela, “El Descenso de los Monstruos”. Aquí la historia se centra más en la investigación y el terrible suceso, relacionado con una serie de criaturas malignas y terribles experimentos, narrado por medio de cartas, diarios e informes cercenados y censurados, estando la obra enfocada en una tensora desconocida por el lector hasta la fecha, mal hablada, dinámica y aún así terriblemente idealista. Y ahora en la entrega final, Yang vuelve a permitirse el lujo de jugar con el lector y hacer lo que le da la gana narrativamente.

“El Ascenso A lo Divino” comienza con un impactante giro dentro de la historia global del Tensorado. La protectora ha muerto. Después de 50 años de despótico gobierno, el protectorado empieza una nueva época. Y la líder rebelde de les maquinistas, Lady Han, la mayor enemiga de la protectora y la persona que más la odiaba, irónicamente ahora la llora en una taberna mientras bebé para ahogar sus penas. La aparición de un desconocido personaje la animará a hablar de su pasado y el de la difunta Hekate, a bucear entre unos recuerdos marcados por el amor, la traición, el odio las conspiraciones, la pena y la muerte. A hablar de una joven ambiciosa y sin poder y de la humilde bailarina y cortesana que oso enamorarse de ella.

Qué ganas tenía de empezar este libro y como me ha gustado desde prácticamente la primera línea del inicio. Si algo hay que reconocerle Neon Yang es que con cada libro se reinventa en todos los sentidos narrativos y literarios. Ahora la narración es una primera persona directa, teniendo la narradora una voz vibrante y cortante, que fluye muy bien y que consigue meter totalmente al lector en lo que cuenta , tan llena de personalidad que ocupa y se expande por todas las hojas de esta obra. Además, ahora volvemos a la misma tónica que encontramos en el primero, una historia más centrada en las conspiraciones y los políticos. Y todo tiene un aire de cuento de hadas turbio y oscuro gracias a esta narración de primera persona y al carácter arisco y llleno de aristas de Lady Han. Me ha gustado, sobre todo como consigna la evolución que ha tenido tanto su carácter como el de Hekate (Pues todo este cuarto libro gira únicamente en torno a ellas)desde el momento en que sucedió hasta el instante en que está contando esta historia, eso le da mucho realismo a todo Y teniendo en cuenta lo cortita que es la novela podría haberse perdido o apenas haberse esbozado. Una muestra más de cómo le autores cuida todos los detalles y mima la evolución psicológica de sus personajes.

Neon Yang lo lleva todo con un ritmo muy rápido, pero a la vez sosa segado, en esta ocasión, mientras leía, me enteraba muy bien de todo, algo que no siempre me ha pasado en las anteriores entregas. Ya lo dice las anteriores reseñas, pero tiene una prosa que parece simple y directa, y realmente lo es. Pero al mismo tiempo tiene frases muy medidas y llenas de una belleza tan punzante que mientras la lees no puedes dejar de sorprendente y maravillarte. Una muestra más de la gran inteligencia narrativa de este autore. A todo esto, hay que contar con un punto a favor de este Flashback, y es que ha tenido absolutamente de todo. La historia de Lady Han y Hekate y la relación que vemos cómo va desarrollándose entre ellas es
Increíblemente rica y compleja. de la misma forma que si extendiera una alfombra delante de nosotros, Neon Yang extiende ante nosotros la forma en que estos dos personajes han sido amigas, cómplices, amantes, conspiradoras y luego enemigas acérrimas, como del amor han pasado al odio sin que lo último haya podido sepultar del todo lo primero.

Si hay algo que siempre me ha llamado la atención de estos libros es que, contrariamente a lo que suele pasar, a medida que va avanzando la saga cada uno de sus entregas es más cortita que la anterior. “El Ascenso A lo Divino” es el trabajo más corto de los cuatro. Mientras leía , me sorprendía cada vez más que no aparecieran el resto de personajes que poblaban las páginas de los anteriores entregas. Imaginaba que irán apareciendo en algún momento de la saga, el cual iba retrasándose ,pero que nunca deje de esperar. Y es que las anteriores tres entregas habían dejado muchos frentes y misterios abiertos que debían cerrarse en las pocas hojas que conforman este tomo final.

Y es por este motivo lo que tanto me ha chirriado y me dejado un tanto extrañada. Porque hasta el último momento tuve fe en que hubiera un importante giro de guion que explicar a todo, y en el que participasen todos les personajes. Y este giro se dió, pero de una manera muy sutil y sí que apenas se explicara nada. Todos los interrogantes se quedaban en el aire, apenas se cerraban. de hecho, esta orfandad de información solo puede dar pie a que se formen en la mente del que lee otras tesis. Y eso, al menos para mí, da mucha rabia cuando se trata de un volumen final. Cuando cerré el libro, tengo que reconocer que me mosqueo bastante . Tenía la impresión de que Yang había se había pasado en el juego literario con el lector, que lo había dejado todo demasiado abierto a interpretaciones y que apenas había cerrado nada. Pero una charla con mi compañera de lectura me demostró hasta qué punto había que aplaudir la audacia del escritore, como todos esos hilos sueltos que deja casan muy bien con toda la historia, la belleza en que cada uno se haga su propia composición de lo que ha pasado. Así que poco a poco me he ido congraciando con este final, que confirma una vez más la terrible originalidad y los mil y un matices que han presentado todos y cada uno de los libros de la saga, y toda la historia en su conjunto global.

Cada una de las entregas del Tensorado me ha ido gustando más que la anterior. En este caso, quizás no me atreva a señalar que “El Ascenso A lo Divino” me haya gustado más que “El Descenso de los Monstruos”. Pero es innegable que me ha fascinado la historia de Lady Hand, con su brillante monólogo en una taberna. Es una historia de venganza y de conspiraciones, sí. Pero también es una historia de amor, de un amor, que fue traicionado de la peor forma posible, de un odio que no puede camuflar ese amor y la pena por la muerte de la Tensora. El monólogo me ha parecido vibrante y lleno de claroscuros, contado con una absoluta anti heroína, y que cuenta una historia de una forma ágil, pero en la que no se dejan de sacar a la luz todos sus recovecos y todos sus detalles y que nos muestra que la historia puede cambiar según quien la cuente y según sus intenciones.

La historia de Lady Han tiene algo tan humano que trasciende no necesita centrarse en las revoluciones y les maquinistas para captar la atención del lector y su complicidad. Es otro hilo más dentro del tapiz que es la serie del Tensorado, uno que da más color a todo, pero que , para mí, le falta ser capaz de tapar algunos agujeros en todo el entramado. Ahora solo faltaría que Neon Yang se animase a escribir otra entrega de la zaga y nos dirá algo más de información. Creo que eso redondearía el conjunto de esta propuesta de fantasía tan diferente y rompedora. Estoy segura de que muchos de los que hemos cerrado estas obras estamos deseándolo fervientemente.