Tan poca vida

Tan poca vida
(estados unidos) Hanya Yanagihara
Lumen

Tan poca vida es una novela que avanza y lo hace de la mano de cuatro amigos que viven durante unas décadas en Nueva York y que a través de las páginas podemos ir descubriendo todo lo que les carcome en el interior. El protagonista indiscutible de la historia es una persona con enfermedades mentales provocadas por lo sucedido durante su vida. No es un libro sencillo de leer, encontraremos conductas de algunas enfermedades mentales que no es asequible asimilar o llegar a entender.

Tan poca vida es un libro sobre personajes. El desarrollo de la vida de éstos es la base por la que se encamina la historia y la evolución y crecimiento de los mismos el nudo. Quizás a mí no me ha maravillado tanto porque he sentido que he leído un libro de disculpas, donde los personajes cada página mínimo dicen un lo siento. Todo tiene su origen en la manera en que la autora intenta mostrar de una manera comprensible lo que están sufriendo, pero eso no hace que los diálogos se me hayan quedado escasos a pesar de emocionarme en innumerables ocasiones por lo que estaba ocurriendo.

Existen dos hilos conductores resaltables. Uno es el avance en la vida de tres amigos, más en concreto uno de ellos; y el segundo es los tormentos del que sería el personaje principal. El título no es más que un pequeño spoiler de lo que podría suponer una vida que se repite continuamente con el recuerdo de los tormentos. Los giros de la trama se podrían resumir en cómo una persona no es capaz de aceptar ayuda, el sufrimiento de otra por intentar ofrecer esa ayuda y las negaciones que existen en aumento hacia la salud mental.

Leer Tan poca vida no es un camino de rosas, aunque lo empecé acompañada por mi querida Mayte, tuve que ir despacio porque me ahogaba muchas veces entre sus páginas. Y, pese a reconocer el mérito de expresar de una forma tan vívida la enfermedad mental, tengo que decir que muchas partes me han parecido repetitivas y sin fundamento de que llegue a tantas páginas.

Nos olvidamos muchas veces de que la vida puede llegar a ser más que el pasado.