La gente debería decir lo que piensa. ¿No le parece? Deberíamos creer muchísimo más en nosotros mismos.
|
La gente debería decir lo que piensa. ¿No le parece? Deberíamos creer muchísimo más en nosotros mismos.
|
Los Pobres A fuerza de atormentarlos día tras día con amonestaciones sobre los piojos de sus hijos el médico de la escuela consiguió primero que lo odiaran. Y fue gracias a esta familiaridad que se aclimataron a él. Solo entonces por fin lo aceptaron como su amigo y consejero. |
Nunca he sentido que la medicina interfiriera en mi labor como escritor. Antes bien fue mi alimento y mi bebida, la cosa misma que hizo posible la escritura. ¿No estaba yo interesado en el hombre? Pues ahí lo tenía, frente a mí. Podía tocarlo y olerlo. Era yo mismo, desnudo. El hombre tal cual, narrándose para mí en sus propios términos y sin mentira.
|
Es en el trabajo rutinario, de a diario, donde se revela la satisfacción verdadera del oficio de la medicina; es en ese millón y medio de pacientes que un hombre ha visto en visitas diarias a lo largo de los cuarenta años de días de labor y días festivos que componen su vida. Yo nunca he tenido un desempeño rentable; me hubiera resultado imposible. Pero el trato efectivo con las personas, a cualquier hora y bajo toda clase de condiciones, llegar a un entendimiento de la más íntima circunstancia de sus vidas, ya fuera cuando vinieron al mundo o cuando lo dejaron, verlos morir, verlos recuperarse cuando estuvieron enfermos, todo esto ha consumido mi vida.
|
Quiero vivir porque he encontrado mi lugar en la vida. Soy ama de casa. Tengo un marido y un trabajo y ese es mi mundo. He descubierto, añadió, que debemos vivir por los demás, que no estamos solos en el mundo, que no podemos vivir solos.
|
¿En que año nació Marcel Proust?