Hojas de hierba

El neoyorquino Walt Whitman (1819-1892) es uno de los mayores poetas estadounidenses. Además de su labor lírica, escribió ensayos y destacó en su trabajo como periodista y profesor. Su poesía se enmarca en una etapa de esplendor de la literatura norteamericana con escritores de la talla de Edgar Allan Poe o Herman Melville. Resulta curioso el contraste entre su vida y su obra, ya que fue un individuo reservado, que vivió una vida relativamente común, muy distinta de la imagen de revolucionario lleno de pasión, que aparece en sus poemas.

Whitman utiliza un tipo de verso irregular de gran extensión, el versículo, que no sigue ninguna convención métrica, inspirado en la versión inglesa de la Biblia, e incluyendo a autores como García Lorca. Toda su producción poética se recoge en su obra Hojas de hierba o Leaves of grass (1855), que exalta los ideales de un país que se encuentra dando sus primeros pasos y en el que refleja sus paisajes y tipos comunes. Sus liberalizadoras propuestas sociales y su particular concepción del yo y del otro, lo convirtieron en un libro no exento de polémica, que se ha considerado como “la confesión total de un hombre tolerante, bueno, comprensivo y misericordioso, que quiso explicar su posición respecto de Dios, del Universo y de los problemas fundamentales del ser humano”.

Constantemente revisado a lo largo de su vida, el autor añadió y corrigió composiciones periódicamente a ese canto a la unión del poeta y el mundo que le rodea: la libertad, la patria, la nación, la naturaleza... pero, sobre todo, ese canto a sí mismo, como encarnación de los suyos y de toda la humanidad.


“Si no das conmigo al principio, no te desanimes. / Si no me encuentras en un lugar, busca en otro. / En algún sitio te estaré esperando”.
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