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Weir nuevamente nos deleita con su narrativa tan detallista, nos solo nos describe a Artemisa como la única ciudad lunar y ya, sino que a través de la historia nos deja ver cada detalle de su funcionamiento, como fue construida, como es que hay oxigeno y como se sumistra, como la ciudad está dividida en «burbujas» que serían los barrios donde dependiendo del estatus social es la gente que vive en cada una. Además del sistema de turismo del cual la ciudad obtiene gran parte de sus ingresos. Aunque no soy para nada una experta en lo que tiene que ver con viajes espaciales, Weir hace que no parezca una novela de ciencia ficción sino más bien un relato basado en la realidad. Es muy verosímil al punto que la existencia de Artemisa parece un hecho más que una invención. al autor no se le escapan detalles y la precisión científica se agradece, tal como lo había demostrado anteriormente en su novela «El marciano». Enlace: https://amantedelaliteratura.. |
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