Artemisa

Esta es la primera vez que leo a Andy Weir y aunque por lo general no suelo leer ciencia ficción, disfrute mucho de este libro. Me encantó como está desarrollado el personaje femenino principal. La historia atrapa desde el comienzo y tiene muy buen ritmo. Esta es una novela que se lee rápido y fácil. al desarrollarse la trama en la Luna encontramos muchos detalles científicos para comprender el ambiente lunar pero estos detalles están muy bien explicados sin resultar excesivamente técnicos ni molestos de leer en una novela de ficción.

He tardado bastante en leerme este libro porque no comparto la opinión general sobre la anterior obra de Weir, El Marciano. Ya sé que me arriesgo a un linchamiento popular cuando digo que el libro que parece gustarle a todo el mundo es una novela muy plana, sin sorpresas (y que nadie me diga que no sabía desde el principio como acabaría). Toda la línea argumental es una excusa para exponer, mejor dicho, alardear de conocimientos científicos. Cierto que los chistes acompañados de ciencia aplicada al alcance de todos es una mezcla atractiva (sí, yo también era fan de MacGyver), pero si lo analizamos como obra literaria... pues eso, que algun@ acabaréis con mi triste existencia en estos días (merecidamente, por supuesto)

Dicho lo cual y habiéndome quedado a gusto, diré que llegué a Artemisa tarde y con mucho temor. Y en pocas páginas me encontré inmerso en una Space Opera que repetía la misma fórmula del éxito; mucho humor y sobreexposición de conocimientos científicos, sólo que esta vez sí dentro de una auténtica trama literaria. Concretamente una trama juvenil, no sólo por la corta edad de Jazz, la protagonista ideal de este tipo de novela, sino también por un argumento no muy complejo y unos secundarios de manual (los buenos parecen sacados de la guía Disney de personajes entrañables y de los malos se desentiende. Con que sean malvados es suficiente.)

Por supuesto que también hay aciertos como algunas acciones de Fidelis Ngugi, la “jefa de la ciudad”, o poner a Kenia en el mapa de la ciencia ficción (¿por primera vez?). Es innegable que la descripción de Artemisa, la ciudad lunar, es fascinante al principio. Pero este libro es como un tobogán; primero subidón con chistes que dan frescura y cierto enganche ante el asombro y la curiosidad generados por la descripción pormenorizada de como sería la vida en nuestro satélite. Luego la trama por sí sola no mantiene ese impulso inicial y deja al lector a la espera de un final cargado de ritmo, y ahí llega la bajada....
Aunque reconozco que como novela es mejor que el Marciano, a pesar de ser más infantil, el último tercio me ha resultado bastante tedioso. No quiero parecer desagradecido y aprecio sinceramente el curso gratuito de soldadura en vacío impartido por el señor Weir (que ocupa no sé cuántas páginas), pero tanto tiempo a golpe de soplete hacen que quieras salir pitando aún sin traje espacial y esa sensación ya acompaña hasta el punto final.

En todo caso, lectura recomendable como entretenimiento entre otras más densas, o para amantes de líneas argumentales en desuso desde hace tres décadas. Y hasta aquí mi reseña. Os dejo, tengo que redactar mi testamento.
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Tenía muchas ganas de leer algo más de Andy Weir después de lo mucho que me gustó El marciano y lo bien que lo pasé leyéndolo. Aunque también había cierta preocupación por si acaso el autor no conseguí volver a crear algo tan ingenioso como su primer libro. Bueno, esta historia es diferente a El marciano pero os mentiría si no dijera que me lo he pasado muy bien disfrutándola.

Esta vez la acción se queda más cerca de nuestro planeta, nos vamos a la Luna donde existe una única ciudad, Artemisa y donde vive nuestra protagonista Jazz. Pero la vida allí no es fácil a menos que tengas mucho dinero. Y para tener dinero Jazz se dedica a pequeños trabajos de contrabando que la facilitan la vida.

Pero un día le ofrecen un gran negocio, algo que la puede “retirar” de sus trabajillos fuera de la ley y darle estabilidad y tranquilidad. Valiente y arriesgada como es acepta y prepara su golpe. Pero no todo sale como esperaba… y esto desencadenará una sucesión de acontecimientos que la llevan al centro de una gigantesca conspiración por el control de recursos en la Luna.

El autor nos da un montón de detalles sobre cómo es vivir en la Luna. Las restricciones que sus habitantes tienen, la estructura de la sociedad, lo diferente que es el asentamiento allí respecto a la Tierra. Incluso tienen un sistema monetario, los slugs, que es equivalente a la entrega de un gramo de carga de la Tierra a la Luna (“Sube a la Luna Un Gramo").

Jazz no es astronauta, pero es una superviviente. Es irreverente, deslenguada, atrevida y, sobre todo, divertida. Tiene una forma ocurrente y chistosa de explicarte toda la tecnología que la rodea y la que utiliza en su aventura, haciendo que entiendas bien de lo que está hablando sin resultar demasiado “académico”.

Su personaje es el de una joven de 26 años, de ascendencia musulmana pero no practicante, que ha aprendido el oficio de soldador de su padre pero no quiere seguir sus pasos a pesar de admirarle y, en secreto, sentir que le está decepcionando.

Los secundarios son los que creo que quedan algo desdibujados al lado de la arrolladora Jazz. Tenemos a Ammar el padre de Jazz, al magnate que la contrata, Trond Landvik, a la administradora de la Luna, a Dale un amigo de Jazz pero que ahora están distanciados debido a una traición, a Kelvin, su amigo terrestre por correspondencia y contacto en sus contrabandos, y a Martin Svoboda, un ingeniero que ayuda a Jazz con tecnología para sus “trabajos”. Y aunque cada uno de ellos adquiere protagonismo en determinados momentos de la trama, ninguno parece demasiado cercano a la protagonista que siempre se mantiene algo alejada de todo el mundo.

El por qué no es tan impresionante como El marciano, en mi opinión, puede ser porque en esta aventura, a pesar de los muchos peligros que afronta Jazz a lo largo del libro, no tiene la misma carga de tensión que el anterior. Aquel era un libro de supervivencia y este es más un thriller de ciencia ficción.

Entretenida desde el principio hasta el final, con un ritmo rápido, con revelaciones y sorpresas muy creíbles (o al menos yo me las he creído…), con giros inesperados y una acción imparable. Creo que no se le puede pedir mucho más a un libro para que sea divertido y lleno de momentos interesantes.
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Con Artemisa viajamos hasta la superficie lunar, donde unos pocos humanos llevan años viviendo. Una colonia con su sociedad jerarquizada en la que unos pocos ostentan el poder y las riquezas y que es, además, un ansiado destino vacacional para aquellos habitantes de la Tierra que se lo pueden permitir.


El hecho de que la historia transcurra en un espacio tan acotado, en un mundo de construcción sencilla pero funcional, nos permite poner el foco en la trama y en los personajes, siendo estos dos los principales pilares de la obra.


Que no os asuste el hecho de que se trate de una novela de ciencia ficción científica, pues no hay demasiados conceptos técnicos; y los pocos que hay, están explicados de manera muy clara y concisa. Además, la narrativa es muy amena, con un lenguaje sencillo y sin recrearse en detalles innecesarios, hecho que reduce mucho su densidad.


La trama sigue una estructura clásica inicio-nudo-desenlace. Con un comienzo en el que se nos presentan el mundo, los personajes y el conflicto principal; un nudo que contiene la mayor parte de la acción (¡que no es precisamente poca!), y un final bien cerrado. Esto da lugar a una obra que avanza a muy buen ritmo, que resulta muy dinámica y que mantiene en todo momento la dosis justa de intriga.


Si a esto le añadimos una protagonista muy carismática con la que resulta muy sencillo congeniar, tenemos ya todos los ingredientes de esta obra autoconclusiva, rica en acción, no muy compleja y que no puedo hacer más que recomendar.

No entreís este libro esperando El Marciano versión lunar, por que no es nada parecido a su primera novela.

Este libro esrealmente fabuloso. Acción, misterio y complots te tienen estirandote de los pelos hasta la última pagina. Si un libro con estas bases ya es intrigante en la tierra con todos los retos que supone la Luna lo es aún más.

Andy Weir sigue con el mismo estilo de humor que en EL Marciano. Ciertamente hay algunos aspectos que han mejorado y otros que no me han acabado de cuadrar.
Olvidaros del feminismo en este libro, está ahí, patente, pero se escapan un par de comentarios (necesarios para la hisotria) algo hirientes.
La escritura sin duda ha mejorado y la forma de llevarnos a su antojo de un lado a otro se ha hecho taaaan placentera que realmente no me importa mucho nada más.

¿Es tan bueno oara mi como El Marciano? No
¿Es realmente una muy buena historia de aventuras algo truncadas es la Luna? Sí
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Jazz Bashara vive en la luna, ha crecido ahí en la ciudad llamada Artemisa, es contrabandista, la única que hay en esa pequeña ciudad, pero necesita ganar dinero y le hacen una propuesta difícil de rechazar; Un millonario le ofrece una gran cantidad de "dinero" (en la luna no se utiliza dinero si no un sistema de pago que va en relación del costo de las cosas de acuerdo a su peso y costo de envío) para realizar un trabajo tan ilegal como peligroso, en ese momento su vida se convierte en un caos, sin quererlo Jazz se convertirá en la salvadora de Artemisa, pero también en la persona mas buscada por las autoridades y con la consigna de que sea deportada a la tierra.

El libro es bastante bueno, no es para nada El Marciano, que fue un libro fuera de serie y que hizo muy famoso a Weir, pero si que es un buen libro de ciencia ficción, bien manejado, muy bien documentado, con personajes bien definidos y perfilados, muy entretenido y con un ritmo fabuloso.

La narración es fenomenal, lo cierto es que es que leerlo fue como estar viendo una película, era muy fácil imaginarte todo lo que se describe y aunque, como en la mayoría de los libros de este genero, las explicaciones técnicas y científicas resultan algo pesadas para gente como yo que no tenemos ni la mas remota idea de lo que habla, la verdad es que están tan bien narradas y explicadas que terminan siendo muy interesantes.

Un libro que me ha gustado mucho y que para los que nos gusta la ciencia ficción resulta en algo muy entretenido de leer.
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4.25, es muy dinámica la acción y la ciencia se cuela de forma discreta sin hacerlo una clase magistral.

Demasiadas descripciones científicas que hacen que la trama principal pierda interés.

Es un libro increíble lleno de aventura y drama. La historia va de manera lineal, con unos cuantos flashbacks a modo de emails. Es contado en primera persona y es agradable porque sientes que te lo está contando a ti como si fuera un chisme y bueno como mujer chismosa (informada) se siente genial.
El personaje principal, Jaz, desde mi perspectiva es lo mismo que "El Marciano" pero en mujer y más joven. Si bien tiene una estructura y se puede "justificar" su forma de ser con lo que va contando a lo largo de la historia y correos pero siento que falta un poco de más detalle en su vida antes de lo actual. El resto de los personajes no conocemos mucho de ellos salvo lo que ella va contando, las experiencias que ella ha tenido con los diferentes personajes y también hubiera sido mejor poder conocer un poco mejor a los personajes. Sin dar mucho spoiler diré que hay una parte en la que se intenta desarrollar una relación pero es DEMASIADO apresurada y no se puede disfrutar, bien se pudo omitir y no pasaba nada.
Transcurre en aproximadamente 2 semanas en total. Cuenta con buena cantidad de detalles aunque en algunos puntos es muy técnico y al menos para mi fue algo que me confundió un poco ya que son conceptos a los que no estoy acostumbrada, aún así no es imposible de leer.

Nos vamos a un futuro no muy lejano en el que ya existe un asentamiento humano en la Luna: la ciudad de Artemisa. Con una población permanente de apenas dos mil personas y toda una serie de peculiaridades que la convierten en un lugar único, Artemisa es en el fondo un gran resort turístico para viajeros adinerados.

Las primeras páginas de la novela muestran dos planos en las que se explica la situación de cada una de las cúpulas que forman la ciudad, así como el tren que conduce hasta el centro de visitantes donde se encuentran conservados los restos del aterrizaje del Apolo 11, la primera nave tripulada que alcanzó la superficie lunar. Estos mapas ofrecen una información muy útil para no perderse durante la lectura.
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