Emma en la noche

Ahora me doy cuenta que todo era mentira. Toda la ternura de sus ojos y las palabras que salían de su boca; todo era una mentira y era muy bueno mintiendo.

Dicen que los sociópatas se forman en la más tierna infancia.

Cuánto eché de menos a Emma aquella noche, acostada en la cama, preguntándome qué encontrarían en la isla. Y sabiendo lo que no encontrarían.

Cass Tanner los estaba llevando a todos a hacer un viaje y la única forma de encontrar a Emma era ir con ella.

-Estaba allí. La señora Martín. Estaba en la cama de Emma, sentada sobre ella. Tenía unas tijeras en la mano..., le había cortado el pelo.., el precioso cabello negro que le llagaba casi a la cintura. Maldia sea... -Sacudí la cabeza y me quedé mirando las manos, me las retorcía tanto que los nudillos se me habían puesto blancos-. Emma despertó al primer tijeretazo, pero fue igual. La señora Martín había conseguido cortarle casi todo un lado, hasta la oreja. Grite "¡Basta! No fue ella, fui yo! Yo pedí irme, no Emma." Pero no se detuvo. Emma estaba atrapada bajo las mantas y las piernas de la señora Martín, así que le dio un puñetazo. Le puso un ojo morado. La señora Martín, tiró las tijeras al suelo y bajo de la cama. cuando salía de la habitación, me miró y dijo: "Eso es lo que consigues por volver a traicionarme."

Todo el mundo desea lo que no puede tener. Yo nunca quiero desear nada después del daño que acarrea el deseo.