Pero qué grandes son Caldas y Estévez! Con esta segunda novela del inspector Leo Caldas, Domingo Villar juega con la trama, los personajes y, por supuesto, con el lector mientras relata detalles de la difícil vida de la gente del mar. Desde luego, es una auténtica maravilla la forma que el autor tiene de narrarnos el día a día de la investigación mostrándonos, a la vez, aspectos personales de la pareja de policías más peculiar de Vigo al tiempo que remarca, como en el libro anterior, el enorme contraste existente entre las personalidades de Caldas y Estévez y sus antagónicos métodos detectivescos. Entre los momentos más memorables y divertidos de la playa de los ahogados destacaría, por ejemplo, los intentos de Rafa para interrogar a los paisanos del lugar porque no tienen desperdicio. |