Cuando empecé a leer Las primas, mi mente me llevó a nuestra querida Mary de El color de la leche. La escasez de comas, esa manera de escribir como se piensa. Mary era una mujer que aprendió a escribir, desafiando todas las normas, y decidió contar su historia. Yuna vive en una familia disfuncional y un tanto alocada; una familia de mujeres en la que los hombres no quedan en buen lugar a pesar de ser ellas las incompletas, las enfermas, las que arrastran su minusvalía. Yuna nos cuenta el mundo que ve y el que imagina, a través de su pintura un tanto onírica que plasma lo que percibe y que le da un lugar en una sociedad que, de otra manera, le habría vuelto la espalda. Y lo hace sin filtros; todo lo hace sin filtros. Si de lo que va esto es de contar una historia ¿para qué sirven? |