Barras de luna

De Publishers Weekly (Pw nº13): «Ana Vega Burgos construye un libro que resalta por su autenticidad, por su ausencia de trucos o disfraces”, escribe Raquel Lanseros en el prólogo de Barras de luna. Y en efecto, la autenticidad, la fuerza y la verdad de los versos que forman este libro, ganador de la VIII edición del Premio Internacional de Poesía José Zorrilla, son la mejor carta de presentación de este nuevo libro de la autora de Jueves, cerrado por corazón roto. Una carrera literaria que une la poesía con la novela (Su mirada azul escondía un misterio, Rosas para Amelia, Lo que esconde el otoño…), con los libros de relatos y con una incesante actividad cultural, incluido el programa de televisión ‘Poesía, punto y copa'. Barras de luna, como confiesa su propia autora, es el fruto de un arrebato. Un arrebato poético y musical que le llevó a sumergirse en las aguas profundas del mundo del jazz y los clubes nocturnos y a identificar sus propias experiencias con este universo poblado de música vibrante y personajes desgarrados por la vida. Entre el humo y la oscuridad del local, con el movimiento de fondo de una partida de naipes, los fantasmas del pasado, las heridas del mundo y las vidas no vividas se dejan ver y se entrecruzan en un libro de ternura extraña, con un pulso poético y jazzístico que no cesa. Un juego de cartas que se pierde o que se gana cada noche en un refugio cálido, protegido tan solo durante unas horas de las grandes inclemencias de la vida.

Mi última lectura de julio fue este libro de poesía, escogido para cumplir con dos puntos de diferentes retos literarios (Retópata #4: libro de poesía publicado en 2021; Popsugar #36: libro del que no sabes nada). Busqué en el catálogo mi biblioteca municipal (porque en la mía el género poético es escaso) y me decidí por éste. Giraba en torno a un local musical nocturno y no estuvo mal, pero todavía no me engancha este tipo de libros.