Nosotros los animales

Una primera novela de un autor muy premiado, precisamente por esta fabulosa novela que parece que tiene un alto componente autobiográfico.

Es un retrato más que perfecto de una familia disfuncional, caótica, desordenada e individualista. Papá, es puertoriqueño, mamá, nacida en Brooklyn y tres pequeños niños. Una familia en la que vemos reflejada a muchas familias.

En ocasiones, el padre hace que la madre ocupe el lugar de un cuarto hijo, recibiendo tan malos tratos como los pequeños.

En realidad, el título es el reflejo de los tres protagonistas, los tres niños, aunque frágiles e inocentes, se crían en un ambiente muy duro y salvaje, con todo tipo de necesidades. Ellos, son, por tanto, los animales que juegan, incumplen las normas y siempre quieren más y más.

Viven en una casa que exteriormente está dibujada a la forma de todas las demás, pero al traspasar la puerta, en su interior, el suelo se mueve, el suelo no es firme, es inseguro y los niños, nunca saben bien donde van a pisar y las consecuencias que puede acarrear no saberlo.

El espacio doméstico es un campo de batalla sembrado de minas antipersonas, siempre, siempre a punto de estallar.

Sobre el más absoluto caos, se alza un trono que ocupa el padre. Los tres niños, súbditos alienados y temerosos, acatan órdenes arbitrarias y muy a menudo inútiles, instruidos de un modo o de otro, en la escuela del desapego y la irracionalidad.

Aprenden pronto que tienen que enfrentarse a cuanto les ocurre, ejerciendo con algún tipo de firmeza, una resistencia que por su edad no les compete.

Sufren y padecen de un modo obsceno por lo innecesario y comprenden que su única opción es la lucha para sobrevivir a un infierno, que solo en contadísimas ocasiones, parece albergar una especie de esperanza espesa pero posible, desde un optimismo difícil de creer. El amor y el miedo conviven.

A veces una luz, a veces rayos luminosos, a veces, solo a veces. Somos uno y somos todos. Conviene en general, haber cumplido algunos años, para comprender esto, sin tener que hacer grandes esfuerzos, no es esta una cuestión imprescindible, pero ayuda.

Así, he podido sentir mi íntimo ser, conmovido por el sufrimiento innegable de esta familia, de todos sus miembros, incluido el padre, incapaz de vivir la fraternidad contagiosa de una familia bien avenida y con aspiraciones de felicidad.

Así he podido sentir vivamente, que somos uno y somos todos, que la lluvia es lluvia, la nieve es nieve, el calor es el calor, la intemperie es intemperie, la soledad es soledad, el dolor y el sufrimiento son sufrimiento y dolor.

He leído y me he sentido concernida, he notado la lluvia cayendo sobre mí, la nieve se ha ido depositando primero en mi cabeza, luego en mis hombros y finalmente ha ido resbalando por todo mi cuerpo.

Así he ido notando y sufriendo las mismas inclemencias climáticas a las que los niños habían estado expuestos. He leído y he ido sufriendo con ellos, con todos ellos, el desorden, el caos, de una familia limitada al reduccionismo más absoluto.

La obra, sabemos que es, en buena parte, autobiográfica. Por lo que muchas de las sensaciones sentimentales y emocionales, han sido sentidas más vivamente.

Se casaron indecentemente jóvenes, pronto tuvieron tres hijos, parecería que hubieran apostado a favor del fracaso.

Una maravillosa lectura. Me ha gustado mucho. Y por supuesto les invito a leerla.