No puedo dejar de recomendar leer esta trilogía al menos una vez en la vida. Es cierto que este primer libro es quizá el más lento de los tres (Tolkien gusta de describir objetos, ambientes y personajes hasta el mínimo detalle, cosa que me encanta), pero esta cierta falta de ritmo puede ser necesaria para ubicarnos en el tiempo, el espacio y en la situación que están viviendo los habitantes de la Tierra Media. Al igual que en El Hobbit (aunque en otro tono y con otra intención) este libro contiene múltiples enseñanzas y reflexiones: la aceptación de quien no es como nosotros, la unión de todas las razas para combatir a un enemigo común, la amistad, la compasión, la lealtad y el perdón. . Para mí sin duda es la mejor saga de fantasía que haya leído; destila magia en cada hoja, en cada gota, en cada paso de sus personajes, esos personajes tan maravillosamente ideados, tan entrañables unos, tan odiosos otros, pero cuyas personalidades son de una complejidad tal que solo podían haber salido de la mente de un genio. |