Qué bien me lo paso cada vez que cae un cómic con esta niña de protagonista. Me lo bebo prácticamente en el momento. No es muy largo pero además es que es adictiva la lectura para ver que trastada se le puede ocurrir a continuación a esta terrible Adèle como a ella le gusta que la llamen. Estos libros tarde o temprano estarán en mis estanterías porque le tengo mucho cariño al personaje y me gustaría tenerlos para poder releerlos todos juntos y del tirón echándome unas risas. Son cómics infantiles pero, como pasa con Mafalda, los que mejor vamos a entender el humor que se gastan somos los adultos… o los que decimos que somos adultos pero tenemos alga infantil. Las trastadas y las ocurrencias de Adèle acompañada de su amigo fantasma imaginario no tienen fin. Esperemos que el autor tenga imaginación para rato y nos siga regalando mas aventuras con estos personajes. |