-Diablos, no lo sé -contestó- ¿Quién lo sabe? Tu no lo sabes. Yo no lo sé. Solo estoy feliz por estar vivo. Siempre fui de la idea de que hay que vivir el momento, pero ahora lo soy aún más. El mundo parece distinto. Los colores son más brillantes, la comida es más rica y el aire huele más limpio. Incluso en los Ángeles. -hablaba más rápido, comos i hubiera terminado ese café y comido una barrita de chocolate y luego tomado un Red Bull-. Estoy enamorado de una chica increíble que se llama Emory y aún nos quedan cuatro meses más juntos, hasta que nos vayamos a distintas universidades, así que esta noche llegaré a casa y despertaré mañana y voy a disfrutar cada segundo que tengo con ella. Si algo me ha enseñado esta experiencia es a aprovechar cada segundo de cada día, porque nunca sabes cuando se terminará. No tengo miedo de lo que ocurrió después. Sinceramente, no me importa. Solo estoy muy contento de estar aquí.
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