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Hace meses Anne se mudó a Madrid queriendo dejar atrás muchas cosas, entre ellas a Gabriel. Pero la muerte reciente del padre de su amigo Abel la obliga a regresar al pueblo. Allí se reencuentra con su amiga Paloma, que le pide ayuda para resolver un asesinato que tiene a todo el pueblo acongojado. Lo que al principio parecía un suicidio, termina siendo un homicidio que esconde mucho detrás, y aunque a Anne le duela estar en el pueblo de nuevo, o podrá evitar quedarse hasta resolver el caso. Empecé esta historia desconcertada porque se hablaba directamente de los problemas del pasado de Anne. Y el reencuentro tan tenso con Gabriel tampoco lo entendía. Y es que resulta que este libro es una continuación de la música de los huesos. Lo bueno es que ambos libros son auto conclusivos, pero me habría gustado leer antes el primero para entender muchas cosas de los protagonistas y de esa manera poder empatizar más con ellos. Pese a ello he disfrutado de él y me he mantenido enganchada a la historia, necesitaba saber qué estaba pasando y quien era malo. La pluma de Nagore Suárez me ha sorprendido mucho para bien. |
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