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Tenía muchísimas ganas de saber a qué se enfrentaría Anne esta vez. La música de los huesos me encantó, una trama trepidante con unos personajes actuales y reales. Me fascino que estuviera narrada en dos tiempos a la vez, y la casa me despertó una gran curiosidad. Debo confesar que esta segunda entrega no me ha decepcionado para nada. Pero sí que es cierto que para mi gusto tarda demasiado en esclarecerse el tema de los rituales y situar al lector en lo que está pasando. Aun así, una vez ya sabemos por donde van los tiros, el ritmo es frenético. Los personajes para mí son el punto fuerte de la autora. La historia de Anne y Gabriel me cautivo en la primera novela porque me pareció muy real y natural. Paloma y Abel son la guinda del pastel, una relación de amistad a tres bandas donde se apoyan incondicionalmente, pero también tienen lugar los malentendidos. Mi favorita sin duda es Leonor, tan entrañable y encarnando su papel de abuelita. Los escenarios son igual de increíbles, me resulta súper fácil imaginar como es la casa, con sus fantasmas del pasado. En esta novela, debo destacar la inclusión de temas actuales. La autora no duda en denunciar la trata de mujeres y la prostitución forzada de estas. Así como la precariedad laboral a la que nos enfrentamos los jóvenes. En resumen, una obra muy bien escrita que mantiene la intriga, aunque sí que recomiendo que la leáis por orden para poder disfrutar de la evolución de los personajes. El final me ha dejado intrigadísima y espero que pronto tengamos más dosis de Anne y Gabriel. Enlace: https://www.instagram.com/p/.. |
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