Era uno de esos momentos de claridad meridiana, un hueco al margen de su vida que se grabaría para siempre en su memoria en toda su grandeza y realismo, como el momento real en que sucedían.
|
Era uno de esos momentos de claridad meridiana, un hueco al margen de su vida que se grabaría para siempre en su memoria en toda su grandeza y realismo, como el momento real en que sucedían.
|
El corazón le latió con fuerza, expectante, y esa vez no fue ficción cuando apoyó los dedos. Pronto vería ese lugar que sólo había sido, hasta entonces, un nombre en el mapa; pronto conocería a las personas que se convertirían en parte de su vida cotidiana como alumnos, amigos, quizás hasta confidentes. Cada nuevo rostro con el que se topase sería el de un desconocido y, por centésima vez, deseó conocer a alguien de Álamo, aunque sólo fuese una persona.
|
¿Cuál fue la primera obra escrita en verso en lengua castellana?