Toda la historia es surealista, amores más instantáneos que el nestcafe, un drama muy crudo tratado con una ligereza pasmosa. Y hasta cierto punto burda. En cada página me preguntaba que más inventaria la autora para enredar más la pita. Unas discusiones tontas y pueriles, vaya una caricatura. Por encima de todo es una historia para entretener, muy parecida a los folletines del siglo pasado, pero entretiene. |