La mala uva

Quiero empezar con una gratitud, a Babelio, a la editorial y a la autora. A la autora por haber escrito esta historia que refleja perfectamente la humanidad, con sus personajes buenos, optimistas, aprovechados, malévolos o inteligentes. A la editorial por haber hecho posible que el libro sea impreso, dando la oportunidad a diversos lectores a adentrarse en esta historia. A Babelio por la oportunidad de tener este libro que me ha asombrado gratamente. Muchas gracias.

La historia tiene como foco central la familia Romero, compuesto por cuatro hermanos: Manuel, Isabel, Marta y Alfonso. Isabel volverá al pueblo y junto a ella descubriremos su historia, ¿Por qué se alejó de su familia? ¿Por qué tiene tanto odio a uno de sus hermanos? al llegar encontrará a su hermana con una pareja, al padre de su hijo, a sus recuerdos, al pasado, al presente y a la posibilidad de que alguien quiera destrozar a su familia.

La novela se narra desde la perspectiva de diferentes personajes y de esta forma te permite descubrir cuál es el “elemento” que quiere aprovechar cualquier oportunidad para obtener un beneficio, calculador, manipulador y muy cuidadoso. Durante todo su desarrollo los viñedos y vinos tendrán una presencia constante y algunos capítulos se hablará específicamente de esto, no soy especialmente fan del tema, así que algunas partes me resultaron algo aburridas, aunque no son excesivas y no afectaron al ritmo de la lectura.

Creo que es fácil identificar a este personaje, pero lo que más me llama la atención de su desarrollo es cómo al tiempo que vemos la verdad, comprobamos que los personajes, desde sus propias perspectivas no perciben nada sospechoso. Aunque parece que se niegan a ver la realidad, es en este aspecto en el que más se muestra la realidad de la vida y las relaciones, conocer a una persona en profundidad no es sencillo y las mentiras pueden encontrarse en la mejor de las sonrisas y los piropos más dulces.

Este personaje vendría a ser un “villano” muy bueno, calculador, paciente, manipulador, narcisista… que en muchos momentos llega a sacarte de quicio. Sobre esto debo felicitar a la autora porque hace mucho tiempo que no encontraba un villano tan bien construido, prácticamente indestructible.

Otro aspecto muy importante del libro, y que personalmente me encanto se encuentra en las últimas páginas, donde la autora refleja el carácter de un tipo de personas, y como tienen la capacidad de engañar a su víctima, engatusarla y llevarla a su territorio. Sin embargo, pese a lo sencillo que nos pueda parecer reconocer a personas manipuladoras, la realidad de las victimas es muy diferente y creo que este libro lo refleja muy bien, y concretamente la parte final te hace replantearte la critica que se hace a estas víctimas “cómo no te diste cuenta”.

Realmente me el libro me impresionó, tiene una profundidad mayor de la que esperaba y la enseñanza que me transmitió me encantó.

Cómo aspecto negativo diría que el final me pareció algo apresurado, y en un punto me pareció poco realista, o muy favorable para terminar la obra rápidamente.

Creo que es un libro muy recomendable y no creo que deje a nadie indiferente.

Tengo que empezar diciendo que en el momento en el que el libro llegó a la dirección que no estaba en la dirección que indiqué a Masa Crítica y a la editorial para la recepción del libro y que la persona que abrió al repartidor no me dijo que el libro había llegado hasta bastante tiempo después, así que la mía ha tenido que ser una lectura un tanto exprés.
Y al ver el tiempo que me quedaba para leer el libro y su extenso volumen, al principio me asusté un poco. Leer un libro de casi 600 páginas en poco más de una semana es algo que llevaba bastante tiempo sin hacer. Sin embargo, en cuanto comencé a leer, en seguida supe que, si no hubiera sido por obligación, me habría acabado leyendo el volumen en más o menos el mismo tiempo por devoción.
Y es que en seguida me quedé atrapada por esta novela coral en la que se mezclan de manera brillante los recuerdos familiares con las historias de amor pasadas y presentes y con las intrigas de personajes no demasiado éticos y de cómo la buena gente trata de blindarse contra ellos.
La historia está narrada, principalmente, por los cuatro hermanos de la familia Romero, una familia extremeña con bastantes posibles, fruto de la suerte (al hermano mayor le tocó la lotería) pero también de años haciendo negocios, no siempre limpios. Estos cuatro hermanos son cuatro personajes muy bien construidos, cada uno con una personalidad muy marcada y distinta de la de sus hermanos, lo que ayuda a construir una novela bien equilibrada. Estos cuatro personajes están acompañados de otros (algunos más secundarios que otros) que ayudan, además de a mantener este equilibrio, a meter algunos detalles que hacen más redonda la novela.
Por cierto, hablando de personajes, tengo que resaltar que me ha llamado mucho la atención el personaje de Amaro, detrás del que no me cabe duda, hay una gran labor de investigación o un gran conocimiento de la autora de algunos personajillos que son una lacra social y una gran pericia en ir describiendo a pequeñas pinceladas el ser que luego se va a mostrar en su máximo esplendor.
Me ha gustado también mucho esa presencia de la Extremadura rural de fondo y la valiente crítica social que lleva aparejada a los propietarios, seguramente, fruto del conocimiento de la autora del territorio y de algún tejemaneje.
En fin, que es un libro que, he disfrutado mucho en general y que, aunque haya llegado como regalo de la editorial y de Masa Crítica, no me hubiera arrepentido un ápice en comprar. Aunque bueno, casi siempre hay algún pero y el de esta novela es su final y sobre todo esas cuatro últimas páginas que me han sabido a demasiado poco después de una trama tan larga.

Si os gustan las novelas con mucho salseo, intriga y una trama perfectamente hilada, este es vuestro libro.

Os cuento un poco.

Isabel, se ve obligada a volver al pueblo donde creció, en Badajoz, para resolver algunos asuntos de la empresa familiar. Allí se reencontrará con sus hermanos Manuel, Alfonso y Marta, conocerá a Amaro, el novio de Marta, y volverá a ver a Ricardo, padre de su hijo Alejandro, y a Papasito y Bonita, empleados de la empresa. Pero los reencuentros no siempre son agradables y las rencillas del pasado pronto saldrán a la flote al tiempo que una serie de sucesos pondrán a la familia patas arriba.

Como punto fuerte destacaría lo bien construidos que están los personajes. Una diversidad de personalidades totalmente diferentes que acaban por complementarse a la perfección. Y, aunque más que un punto débil, es una cuestión de gusto personal, me habría gustado algo más de romance.

En cuanto a la estructura, nos encontramos con con ochenta y un capítulos divididos en cuatro tiempos que alternan las voces de Isabel, Alfonso, Manuel, Marta, Papasito, Amaro, Alejandro y Ricardo en primera persona y presente. Para mi, esto es acierto absoluto.

La pluma de la autora es culta, ágil y muy buen documentada. Encontrarás abundancia de detalles que harán que te sumerjas en la historia totalmente.

La edición es perfecta, con una portada muy acertada y unos acabados muy buenos.

Resumiendo, La mala uva es una novela de la que no podrás soltar. Un ejemplo perfecto de que no todo es lo que parece

Me he encontrado una novela coral, en la que cada capítulo es contado por uno de los personajes que forma parte de esta historia que en un principio parece ser una reunión familiar y que se termina convirtiendo en algo trepidante y peligroso.
Me gustan las novelas que hablan de secretos familiares, de esos que permanecen enquistados y terminan por mancharlo todo. Y si todo ocurre en un pueblo de Extremadura, de esos de los que es complicado salir (e incluso llegar), pues mucho mejor. El propio pueblo forma parte de la trama, casi como un personaje más.
He disfrutado mucho leyendo esta novela, viendo como los hilos se van moviendo y llevando a los protagonistas hacia un final que puede resultar demoledor. Y ahí está mi pero, en el final. Me ha parecido demasiado rápido e incluso fácil. Se trata de un libro de casi 600 páginas y el final lo componen las últimas veinte. Me hubiera gustado un poco más de desarrollo. Y es por ese motivo únicamente que mi puntuación no llega a las cinco estrellas.
Por lo demás, es una novelaza. Los personajes están muy trabajados, los notas reales, los odias o los quieres. Es una historia como la vida misma. Fantástico debut de la autora en la novela.

La Mala Uva ha sido como una cata a ciegas. Su autora nos ha ido presentando los personajes, nos ha mostrado su aroma, su cuerpo, sus tonalidades, su procedencia...para después, empezar a saborear cada uno de ellos y descubrir su textura, sus taninos, su acidez o su dulzura en cada trato. Tiene los ingredientes perfectos para hacerla adictiva, como ese punto de alcohol justo que te invita a tomar otra copa, con el impulso y la urgencia de conocer el desenlace de la trama. Y así, sorbo a sorbo, capítulo a capítulo, fuimos llenándonos de los aromas de la Sierra, paseamos por las calles del pueblo, conocimos amores ocultos, vivimos amores a ciegas, incluso otros olvidados; hicimos del villano nuestro enemigo, nos solidarizamos con los débiles y, en algún momento, deseamos tener la fuerza de Isabel. Ella ha sido nuestro hilo conductor, el personaje que imprime el movimiento a la trama, ella nos adentra en la familia Romero y sus relaciones.
La Mala Uva ha nacido con buen cuerpo, redonda, estructurada, con armonía, equilibrada, robusta. Cuando la terminas queda ese regusto final que te invita a leerla de nuevo. Un buen trabajo de María Sánchez Mena.