La sospecha de Sofía

Suelo tomar notas durante mis lecturas, con el fin de ordenar mis ideas para facilitar el momento en que me siento delante de la pantalla a dejar mis impresiones. Cuando esto no sucede, suele ser porque el libro me tiene atrapada completamente entre sus páginas y mis ansias por avanzar, hacen que me olvide (o me quiera olvidar) de todo lo que me rodea, apuntar incluído. Más tarde, me arrepiento de esa impulsividad que me hace devorar la historia, pero no mucho, pues tras esas páginas, he rozado la felicidad lectora durante unos días.

La sospecha de Sofía, es en mi opinión una gran historia, un producto de entretenimiento con una fantástica ambientación y un sólido trabajo de documentación que nos invita a transitar por la Europa de la segunda mitad del SXX. Me ha recordado a los mejores thrillers de espionaje de los años 80 y 90 de Ken Follet aunque con el estilo propio de una autora, a la que he descubierto este año con el finalista del premio Planeta Últimos días en Berlín que leí antes que a Sofía. Si tuviese que quedarme con alguno de los dos, elegiría éste sin lugar a dudas, pues todo en él ha sido más de mi agrado.

Es prácticamente imposible, hablar del libro más allá de la sinopsis sin destripar la trama. Os dire que es una novela de espías algo distinta, su trama es muy adictiva, y ahonda en las relaciones familiares y de pareja. Rompe además estereotipos con protagonistas que son diamantes en bruto con todas sus aristas. Nos cuenta la historia a través de sus principales personajes masculinos, en orden, y haciendo partícipe al lector para que podamos centrarnos en el momento actual. En el centro de la narración , situa a Sofía, una mujer de su tiempo que tiene en su educación el papel de madre y esposa en una España rancia y oxidada en los años anteriores a la muerte del dictador; pero también gracias a su padre, carrera profesional y vocación como investigadora científica.

También tal como sucede en Últimos días en Berlín, en este libro se nos muestran crudamente los excesos de un sistema comunista extremo, donde se cortan las cabezas que quieren sobresalir y se reparte la pobreza entre los ciudadanos, reduciéndolos a números en favor de los beneficios y tejemanejes del estado.

Debo decir también que los franquistas aunque retratados como ignorantes, corruptos y/o hipócritas, salen según mi forma de ver algo más bien parados en la historia, o al menos no se ahonda tanto en la crítica a la dictadura que este país soportó con el consentimiento de Europa, cerca de cuarenta años.

También me han gustado mucho algunos de sus personajes secundarios que podrían haber tenido una historia propia.

CONCLUSIÓN: Si os gusta este tipo de novela, creo que la disfrutaréis enormemente como yo he hecho. Me encantará comentarla con vosotros/as.