Primer volumen de la trilogía «Guerra, guerra, guerra» que nos narra la historia familiar de la propia autora a través de tres generaciones. Esta primera parte está basada en sus abuelos. Mathilde, una joven alsaciana, se enamora de un soldado marroquí durante la segunda guerra mundial y deciden casarse y vivir en Marruecos. La emoción por vivir una gran aventura en tierras exóticas pronto se verá truncada por la cruda realidad de un país lleno de contrastes, nuevas normas y distintas formas de relacionarse, donde deberá acostumbrarse al «aquí las cosas son así». Meknés no será como lo había imaginado. Seguiremos su día a día durante diez años, los turbulentos años 50 en los que se inició la revolución por la independencia de un país colonizado. Y viviremos a la vez el conflicto interno de una mujer y de un país. La lucha por la libertad truncada por los roles de género y la violencia será también la de un país dividido entre los colonizados y los colonizadores. Una historia de supervivencia en un lugar que se siente siempre como el país de los otros. Un sentir lleno de contradicciones por querer encajar y a la vez no desear acostumbrarse a las restricciones y la sumisión que ahogan a las mujeres. Y unos hombres que se dejan llevar por el poder y la violencia, aunque a veces algunos desearían que no fuera así. Un país que quiere renacer y a la vez está muriendo. Esta novela refleja un momento histórico pero también muestra las sutilezas y ambigüedades de una relación de pareja que se mueve entre el amor y la violencia, los conflictos internos que unos personajes que ansían sentirse libres, que son el reflejo de la interculturalidad y que buscan desesperadamente su identidad. Mathilde sintiendo el desarraigo del que es extranjero en su propio hogar y Amín sintiéndose con el corazón dividido entre sus raíces y la atracción por las tradiciones europeas. Con una prosa evocadora y sensorial la autora logra transportarnos al Marruecos de la época y presentarnos unos personajes muy reales, profundamente complejos y excelentemente construidos para conseguir que sean igual de interesantes los protagonistas que los personajes secundarios. Una historia conmovedora que nos transporta a la reflexión sobre muchos temas que siguen formando parte de la actualidad. Enriquecedora a nivel histórico, emotiva por su trama, rica en matices y con unos personajes que se quedan en el corazón. Deseando seguir con la segunda parte y continuar descubriendo la historia de esas mujeres en tierra de hombres. De Leila Slimani ya había leído Canción dulce y, aunque me había gustado mucho, este lo ha superado. |