Podría destacar mil y una citas de los libros de Pedro Simón. Llegué a esta novela después de maravillarme con Los ingratos. He de reconocer que en un principio no terminaba de conectar con los personajes, bien porque no soy madre o quizá porque mi adolescencia fue bastante liviana en comparación a la novela. Pero las últimas 20 páginas me han hecho cambiar completamente mi visión. Reflexión profunda sobre la vida, el sufrimiento ajeno, las relaciones familiares y también una vez más (al igual que en Los Ingratos) centrada en una generación concreta de españoles que conforma en sí misma un retrato de España. |