Los incomprendidos

¡Lo ha vuelto a hacer!
 
Cuando terminé Los ingratos se lo recomendé a mis amigos, a la asociación cultural de Boadilla del Monte, a otros lectores y a quien me quiso escuchar, porque soy una recomendadora entusiasta, rozando la pesadez, dirán muchos. Pues regreso a la carga con la última novela de Pedro Simón, leedla. Como madre de dos hijos con dieciséis y trece, niño y niña, siempre sumidos en el caos, me siento como Javier al escuchar las historias de otros padres.

                ¡Bendita adolescencia! Una montaña rusa que empieza cada mañana con un «buenos días», si viene de buenas, y un gruñido, si es que va de malas, pero, aunque venga de buenas no puedes bajar la guardia porque en un segundo se torna oscura. Cualquier manual te dirá que es la etapa donde se forja la personalidad y el razonamiento del individuo, te dará unas pautas magnificas: calma, limites, escuchar y bla, bla, bla. Es un periodo complicado entre padres e hijos, porque sacar a los padres de esta ecuación es un error garrafal, los padres pasamos por esta adolescencia con la experiencia de la nuestra que teniendo en cuanta lo mucho que cambia la vida, nada tiene que ver.
 
«Casi nunca decimos la verdad, porque he aprendido que la verdad no suele ser bonita»
 
                Pedro Simón nos presenta una trama compleja, pero real. Los adolescentes son contradictorios, dicen una cosa y piensan otra. «Es muy fácil hacerles daño», no es lo que desean, no disfrutan dañando a las personas que quieren, pero lo hacen. Conocen nuestras debilidades, nos provocan, reaccionamos y de esta forma justifican el desencanto que sienten por nosotros, somos los ídolos que se desmoronan y ellos tienen la sartén cogida por el mango. Creen saberlo todo, pero carecen de experiencia; son invencibles, pero cargan inseguridad; han dejado la niñez, lo escuchan de los padres y lo ven cada mañana en el espejo, por lo tanto, buscan lo que ven en los adultos, libertad, pero se dan de bruces con los padres. En definitiva, se sienten incomprendidos por los pilares de su infancia, sus padres, y ¿cómo se sienten los padres?

                Una fascinante lectura que tratará de los cambios, de la búsqueda de la individualidad, del duelo, la aceptación en la familia, de mantener el control, de los silencios, los miedos, los secretos y, sobre todo, las culpas.