Somos sabios pero no perfectos, perspicaces pero no omnipotentes. Sabemos que establecer la Guadaña es muy necesario, aunque nosotros, los primeros segadores, también albergamos nuestras dudas. La naturaleza humana es tan predecible como misteriosa; dada a grandes avances repentinos y también enfangada en un despreciable egoísmo. Nuestra esperanza es que, mediante diez simples leyes, logremos evitar los escollos de la falibilidad humana. Mi mayor esperanza es que, con el tiempo, nuestra sabiduría sea tan perfecta como nuestros conocimientos. Y si este experimento falla, hemos integrado una forma de escapar de él. Que el Nimbo nos ayude a todos si alguna vez necesitamos hacer uso de ella. —Del diario de criba del H. S. Prometheus, el primer dalle supremo mundial
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