Iba a ser mi mejor amiga, pero resultó ser mi peor enemiga…
Penn
Dicen que la venganza es un plato que se sirve frío.
Me he pasado cuatro años pensando en lo que me hizo Daria Followhill, y ahora mi corazón es de hielo.
Le robé su primer beso.
Ella me robó lo único que amaba.
Yo era pobre.
Ella, rica.
Lo bueno de las circunstancias es que pueden cambiar. Y rápido.
Ahora soy el último conejillo de Indias de sus padres.
El compañero de piso de Daria. Su verdugo. El capitán del equipo contrario, al que tanto detesta.
«Vamos, pequeña, dilo: soy tu hermano de acogida».
Haberme arrebatado lo único bueno de mi vida tiene un precio, y me lo va a pagar con creces.
Daria Followhill se cree la reina. Pero voy a demostrarle que no es más que una princesa consentida.
Daria
A la gente le vuelve loca un chico malo sin remordimientos.
En cambio, si eres una cabrona, te critican por ser sarcástica, por poner los ojos en blanco con actitud incrédula o por interponerte en el camino de tus rivales.
Lo bueno de los tacones de aguja es la marca que dejan cuando pisoteas a la gente que quiere hacerte daño.
En el caso de Penn Scully, un espléndido día de verano le atravesé el corazón hasta que se desangró y lo tiré a una papelera.
Hace cuatro años, me pidió que reservara mis primeras veces para él.
Ahora, vive al final del pasillo y lo único que deseo es que sus últimas veces sean conmigo.
Sus últimas palabras cuando me entregó su corazón fueron que todo tiene un precio.
Y está haciendo que lo pague.
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