Con un ingenio legendario, verdaderamente inigualable hasta ahora, Shakespeare cuenta la historia de una noche calurosa en la que nada es lo que parece. Cuando las hadas se alistan para ayudar en una boda, y las identidades equivocadas de los protagonistas dan como resultado polvo de amor arrojado por error, es un milagro que sea simplemente un "sueño" y no una pesadilla. "Sueño de una noche de verano" se siente como una fantasía, una referencia humorística a "Romeo y Julieta". Es fascinante cuán hábilmente ha logrado Shakespeare que cuatro mundos (del mito clásico, la gente moderna, las hadas y los trabajadores) se crucen y se entrelacen entre sí, siendo nada más que una metáfora de la complejidad del alma humana. Se trata de una obra de embriagadora belleza y magia que recomiendo encarecidamente. |