A pesar de los obstáculos

Creo que las personas debemos buscar nuestra felicidad donde sea. Si no somos felices debemos marcharnos. Nuestra zona de confort que creíamos tener y pensábamos que era la correcta a veces no lo es por más que queramos.

A veces no quieres meterte en líos sentimentales, pero a pesar de los obstáculos que pones o te encuentras, no puedes evitar sentir. El corazón va por vía libre, no te pide permiso para enamorarte.

Con el corazón no se manda, y los hombres no tienen que romper amistades.

El amor hay que mantenerlo vivo. Hay gestos, actos y momentos que hacen que pierdan fuerza, y si se vuelve rutina, la relación va a pique de un momento a otro.

Quien lucha gana y si se pierde se vuelve a intentar.

Hay veces que el hombre que menos te esperas es el más cabrón y, otras veces, un hombre bueno no es valorado como se merece.

“Daba la sensación de que, si no me tenía enjaulado, no era feliz. Y yo, si me sentía presionado, no saboreaba la felicidad.

Me inculcó desde pequeño que lo más importante que tiene el ser humano es la familia unida, no las cosas materiales a las que damos importancia y pensamos que es lo que nos hace feliz. Cuando es justo al revés. Un simple abrazo, “un cómo estás”, un beso, una sonrisa... vale más que algo material.

De esa manera pierde todo lo que quiere porque no me trata con amor. Me trata desde la furia, los celos y el egoísmo. Haciéndome daño se cree que me tiene atado. Lo que sucede ahora es que ha visto los dientes al lobo y se arrepiente, pero ya es tarde.

Si luchas por algo que quieres con fuerza y tienes constancia, al final lo logras y ese logro es muy satisfactorio.