Dama de humo

Hay cosas por las que merece la pena luchar, aunque parezca que no hay esperanzas.

Los gustos adquiridos suelen ser los más deliciosos una vez los adquieres.

La esperanza es contagiosa. Cuando tienes la suficiente, se extiende de forma natural.

Nosotras las mujeres debemos tener nuestras armas en este mundo, ya sean las mentes, los puños, las artimañas o las lágrimas.

El miedo da poder a los monstruos.

El mejor aliado es aquel que comprende al enemigo.

Un título nunca viene mal, pero no garantiza el respeto de los demás. Eso depende de los actos.

El tiempo de estar a salvo ya pasó. Si no aprovechamos las oportunidades que se nos presentan lo único que conseguiremos será sobrevivir a duras penas.

No quiero protegerte. No necesito protegerte. Para eso ya tienes a otros, y tu misma lo has hecho ya bastantes veces. No quiero escaparme contigo; quiero estar a tu lado y luchar, luchar por algo que jamás pensé que querria, pero lo quiero. Contigo soy más fuerte, y mas valiente, y no quiero volver a vivir siendo como era antes. Te amo, y no tiene nada que ver con la persona que fingías ser. Te amo a ti.

Me mira como si fuese su libro preferido, uno que ha leído de principio a fin incontables veces. Uno cuyos secretos ya ha descubierto, pero al que sigue volviendo a por más.