Si Agatha Christie y Jane Austen hubiesen sido coetáneas y hubieran decidido escribir un libro a cuatro manos, es muy probable que el resultado fuese algo muy parecido a lo que nos presenta Julia Seales en “Un crimen con clase”. Una historia cargada de misterio y con una ambientación maravillosa en un pueblito de la campiña inglesa de lo más… peculiar. Cargada de humor y crítica social la novela es una delicia para todos los amantes del misterio. Con una prosa sencilla pero elegante, la autora construye una historia llena de intriga que consigue hilar muy bien, con giros argumentales muy buenos y aunque algunos sean un poco predecibles no enturbian la historia ni la experiencia de la lectura. Como punto fuerte de la obra destaco a todos y cada uno de los personajes. Cargados con tópicos de las novelas de misterio y de época, la autora consigue construir un abanico amplio de personajes peculiares que son los que le dan el toque de gracia a la novela. Pero sobre todos los personajes destaco a la protagonista, Beatrice, una joven al más puro estilo de Elizabeth Bennet, que lucha contra las injusticias que sufre como mujer en dicha sociedad, y que no cesa en perseguir sus metas por mucho que se opongan los demás. Sí es cierto que la acción tarda un poco en arrancar, pero una vez empieza es un no poder parar de leer hasta que se aten todos los cabos. Aún así, el libro atrapa desde el minuto uno con esa atmósfera tan bien construida de la campiña inglesa de finales del s. XVIII y principios del s. XIX. Es una novela entretenida, refrescante, que se lee prácticamente del tirón y que es ideal para esos momentos en los que estamos saturados y solo buscamos un libro que nos despeje la mente y nos haga pasar un buen rato. + Leer más |