Muerte en tres texturas

Un gastrothriller diferente y original, con una trama llena de sabores y crímenes.

La novela está cocinada a fuego lento, nunca mejor dicho. Tiene una parte bastante interesante a nivel culinario. Si te gustan estos temas o estás al tanto, es fácil seguir el hilo, pero si no, puede resultar cansado debido a la cantidad de descripciones de platos y formas de cocinar diferentes.

La mezcla entre cocina y crimen está bien llevada: tiene su punto original en los crímenes, una trama que engancha y un ritmo que, aunque no es vertiginoso, mejora a la mitad del libro.

Con los personajes he tenido mis altibajos. Ninguno llegó a caerme del todo bien y, para mi gusto, el personaje principal es un poco soso. A veces se enfoca demasiado en la vida privada de los personajes, restándole  fuerza a la investigación. Es una mezcla de ambos.

Las escenas de los crímenes son fuertes, así que si eres muy aprensivo/a, tenlo en cuenta.

En resumen, es un libro con una temática muy concreta que tienes que disfrutar para poder sumergirte en esta historia.

“Convertir un tomate en gas no me parece un gran aporte a la ciencia que digamos. Ahora, si ese tomate gaseoso tuviese las propiedades para curar la ELA, por ejemplo, sería un avance estratosférico” ~ Muerte en tres texturas de Cristian Schleu.

Antes de nada informaros que, desde mi punto de vista, este libro mejora desde la mitad hacia el final. Comencé a leerlo con una compañera de lectura que lo plantó porque de verdad que en el comienzo hay demasiada cocina para nuestro gusto y se nos estaba haciendo tan lento que parecía que no arrancaba. Como soy más terca, seguí leyendo y luego ya sí, hasta que al final era un no parar. Aún así, ella, que plantó antes de la mitad, ya había averiguado la identidad del culpable.

En Muerte en tres texturas nos encontramos con un cruel asesino que presenta a sus víctimas destripadas y con un plato a la altura el estómago en donde emplata el bolo alimenticio. Vamos, muy del gusto de cualquiera. ¡Hay que intentar visualizar poco porque te revuelve hasta las pestañas! A una situación que, por cierto, colabora la reacción de uno de los cocineros a los que la policía pide ayuda porque claro, va de eso: la implicación de dos cocineros profesionales en la resolución de estos casos.

En fin, una novela policiaca en toda regla, que va de menos a más y en la que todo queda justificado al final. Correcta; eso sí, el comienzo un poco lento y con demasiada cocina para mi gusto.

Vamos con lo que sí me ha gustado. El mundo culinario está muy bien retratado: técnicas, productos, cortes, jerarquías… La idea de los crímenes me ha parecido original. Para mí es el punto fuerte de la novela. La acción se precipita en las últimas páginas y, al menos a mí, han logrado sorprenderme con el asesino, porque mis sospechas iban hacia otra parte.
Ahora las dos cosas que menos me han gustado. La primera son los personajes. No he sido capaz de simpatizar ni de empatizar con ellos. No era capaz de entender muchas de las decisiones que tomaba Philippe, lo que me hacía imposible conectar con él o con su historia. Athenea directamente me cayó fatal. El resto de personajes, salvando a los japoneses, apenas me dijo nada. La segunda, enlazada con la primera, es que creo que nos perdemos mucho en el pasado y los pensamientos de los personajes y eso distrae de la investigación. He acabado el libro con la sensación de que, salvo en las últimas cien páginas, donde la historia coge ritmo, tiene más peso la vida privada de cada uno que los crímenes. Y eso, si vas buscando un thriller, resulta un problema. También hay un montón de descripciones de platos, texturas, sabores, emplatados… Si no os gusta mucho la cocina, puede que se os haga pesado. No ha sido mi caso.

¡Hola lectores!
Hay dos profesiones que siempre han tenido toda mi admiración. Una es la de escritor, por supuesto, por esa capacidad de hacernos viajar, soñar y vivir tantas vidas, me parece pura magia. Como la de chef o cocinero, con esa capacidad para unir diferentes elementos y también hacernos viajar, quizás al pasado, o transportarnos a lugares mediante sabores y aromas… Sea como sea, ambas profesiones, una con las palabras y otra con los sabores, se me ocurren que pueden tener más similitudes de las que en un principio podemos creer.
Y mira que hay novelas que tiene como punto fuerte la gastronomía entre sus páginas, pero en un thriller nunca lo había visto y la experiencia ha sido brutal.

Esta historia está escrita de una manera ágil y con capítulos no muy largos que hacen que te metas en una trama llena de tensión y suspense de la que, una vez empiezas, no puedes abandonar.
Me ha gustado mucho la manera de escribir del autor y la originalidad de la historia que nos cuenta, además se nota un gran conocimiento en el ámbito culinario, lo que aporta gran veracidad a la trama y la hace aún más interesante.

Tanto Philippe como Tsu, dueño y chef del restaurante The White Spoon, tendrán que poner todos sus conocimientos para ayudar a la policía en un caso nunca visto, platos de alta cocina dentro del abdomen vaciado de víctimas anónimas y que en principio no tienen nada en común. Un menú terrorífico que será todo un desquicio para ambos cocineros, que bastante tienen ya con la presión del día a día de un restaurante de alta cocina y que, encima, están con los preparativos de un nuevo menú y una segunda estrella Michelín en ciernes.

Secretos, traiciones, sospechas y un asesino en serie como nunca antes visto, estos son algunos de los ingredientes que componen esta historia, aderezada con mucha tensión y giros de infarto. Un debut literario de mucho nivel y que dice mucho del autor y del sello NdeNovela.
Sin duda, esta es una novela que todo amante del género no debe dejar escapar. Súper recomendable, palabra de lectora.

La historia me ha gustado pero me ha costado un mundo acabarlo. Me explico. La idea de un psicópata que mata a sus víctimas ofreciendo a los ojos del mundo unos platos sublimes es bastante buena. A ratos se me hacía desagradable, pero puedo con ello. Pero lo mucho que se pierde el autor en desarrollar con exceso todos los pensamientos de los personajes principales, con historias pasadas contadas al detalle y que no se sabe muy bien qué aportan a la trama, han hecho que me costase disfrutarlo como me hubiera gustado. Se me hizo pesado en estas ocasiones.
Cerca del final, cuando al fin vamos a conocer quién es el asesino el ritmo mejora y ya iba leyendo de tirón.
Por lo demás el autor escribe genial y se nota mucho en lo bien trazados que están los personajes. Además esta mezcla de asesinatos y alta cocina es muy diferente a lo habitual. Buena lectura.