Sobre fondo azul

Tengo que admitir que me había esperado una situación mucho más complicada. Cuando leí que el protagonista se lesionaba y que eso era lo que desencadenaba todos los problemas, había imaginado algo mucho más grave que una tendinitis. Sin embargo, el que no se trate de nada excesivamente trágico es lo que le da realismo a la historia. Aunque al principio me decepcionó un poco, al terminar el libro y poder verlo todo en su conjunto, no me parece tan aburrido que lo que se convierte en la última gota que colma el vaso no sea algo tan grave.

El argumento en sí no es nada complicado. Alan, el protagonista, nota cómo le duele el hombro y cómo este dolor va en aumento a medida que pasan los días, pero no se lo cuenta a nadie porque teme perder lo único que hace que se relaje: la natación. Luego, cuando se ve obligado a abandonar temporalmente este deporte, se da cuenta de que había estado usando la natación para no pensar en sus otros problemas. Me pareció un argumento muy verosímil, puesto que se trata de algo que le sucede tanto a adolescentes como Alan como a adultos.

La verdad es que misterio, lo que se dice misterio, tiene poco. Sólo con leer la sinopsis uno puede imaginarse cómo va a acabar el libro. No es algo que sea excesivamente negativo, ya que esta novela no trata de si va a volver a nadar o no, sino de cómo lidia con sus temores.

Lo mejor de este libro son los personajes. El que más me gustó fue Dante, el mejor amigo de Alan. Aunque no sabe nada de natación, no deja de estar al lado de Alan en ningún momento y, aunque a ratos parece algo inmaduro, es la primera persona a la que Alan pide ayuda.

En general, se trata de una novela muy madura y me llevé una sorpresa al ver que la autora era tan joven.
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