👉Un thriller psicológico ambientado en el país vasco. El comienzo de una trepidante trilogía. 👉Escrita en primera persona. 👉Desde las primeras páginas nos deja con tres palmos de incertidumbre, ignorantes de la trama que nos vamos a devorar sin una gota de agua. Mantiene un diálogo interno, que resulta siniestramente divertido. 👉Este muchachito aparece en el suelo de una vieja fábrica abandonada junto a alguien. Éste suplica, internamente, que parpadee en algún momento, (nadie se mantiene tanto tiempo sin hacerlo…) pero nunca lo hace. Se da cuenta que tiene un golpe en la nuca y una piedra ensangrentada junto a su mano. OMG. 👉No recuerda nada de las 48 horas anteriores y ahí ya se desata el apocalipsis terrenal. Una carrera a contra reloj para averiguar qué ha pasado. 👉Los personajes principales: Álex: un joven un poco más que desastre en asuntos laborales, familiares, amorosos, pero con un buen fondo. Son de esas personas que la mala suerte le señaló con marcador fosforito. Erin: Una novia que absurdamente, según el prota, está enamorada de él. Rica, un poco en el mundo de yupi, pero que simplemente está enamorada del que menos pensaban. Joan: El abuelo del prota, un viejo marinero retirado que guarda más de un secreto. El pobre se hunde poco a poco en los brazos del Alzheimer y teme por su incontrolada mente. Los secretos que atormentan a su olvidadiza mente es cada cuál más impactante. Dana: Me enamoré. Tal cual. Una inmigrante ucraniana, de lo más estricta y leal a la hora de cuidar a su abuelo, con una nariz de lo más acertada en intuir que algo no anda bien con Álex. 👉La bola es cada vez más grande en Villa Margúa, una casa amenazada por las grietas y el lugar en el que se encuentra, al borde del polémico acantilado. Está ligeramente torcida, y, como dato curioso, el autor ha querido hacer un pequeño guiño a una obra de Agatha Christie con su libro "La casa torcida", que también tiene una estructura particularmente torcida. |