RONSON

Un cómic, donde se nos relata una historia muy personal a través de la mirada y los recuerdos de un adulto, que vivió lo que nos cuenta siendo un niño, en un pueblo y en una sociedad rural donde se reconstruye un gran e impresionante retrato de la vida y costumbres, que nos es fácil reconocer, o porque la hemos vivido o porque nos ha sido relatada por nuestros mayores que así la vivieron.

Una sociedad rural , una evocación de lo que se hacía, de los juegos, a veces un tanto crueles, a los que los niños recurrían, a veces apedreando a perros y a gatos, cazando pájaros o incluso riéndose del más débil. Las imágenes son increíblemente y necesariamente impactantes.

En este sentido quiero destacar como eso no hacía más que hablar de nuestro retraso, de nuestra falta de empatía, absolutamente primitiva, con los seres vivos con los que nos rodeábamos , extraigo , pues, imágenes de una película española titulada , Un marco, catorce pesetas, sobre la España de los años sesenta, en la que se describen dos escenas opuestas.

En primer lugar, vemos al hijo del protagonista, siendo un niño, mientras conversa y juega con sus amigos al tiempo que estos acarician a un perro, a un compañero más de juegos , esta imagen ocurre en Suiza durante la emigración masiva de los españoles al extranjero.

La otra imagen , tremenda y desgarradora, acontece cuando este niño pone los pies en España y concretamente en el desolado, triste y pobre lugar, donde va a tener que vivir.
La imagen es tremenda , el niño observa asombrado, como un grupo de chavales persigue a un perro mientras le tiran piedras.

La película retrata pues, dos mundos que, desde luego, parecen no caber en el mismo mundo, es la diferencia entre la educación y la barbarie.

Pero también asistiremos a grandes e importantes reflexiones que obligan a detenernos, a pensar en ello y a reconocer una sociedad con todo lo bueno y lo malo donde lo que se describe y recuerda era todo muy normal y cotidiano, aunque también es importante saber que hay momentos en los que aquellos disparates, también son criticados desde la actualidad del narrador protagonista adulto que no es otro que el padre del autor del cómic.

Uno de los juegos que se nos describe está relacionado con el ronson, que es el título del cómic y nos indica que se trata de una moneda de cobre que utilizaban para jugar los niños, protagonistas del cómic, a lo que se llamaba el juego del rolde , un círculo donde se ponían monedas y cuyo objetivo era sacar las monedas golpeándolas con un chavo ganando el jugador que lograba sacar una moneda.

Una gran lectura cuya evocación del pueblo, de sus diversas gentes, todos ellos siempre conocidos por apodos, también muy típico de los pueblos, nos dibuja sus calles, por las que sólo pasaban carros, tirados por animales, aunque también se empezaban a ver los coches, el trabajo de los campos, sus cultivos, los baños de los jóvenes en el río, las fiestas y los bailes donde los jóvenes empezaban a bailar con chicas y a fumar a escondidas, las casas del pueblo y las familias y sus quehaceres.

Y siempre todo lo que se nos relata de la mano de un narrador protagonista, sobre el niño que fue, que vivió en ese mundo que logra hacer una gran historia de varias décadas reconstruyendo de forma increíblemente bella un gran retrato de la España y de los pueblos que hoy están vacíos y cuyas historias terminaron.

Un gran cómic, el primero del autor que nos presenta con detalle una sociedad que se relata desde los ojos de un adulto, su padre, y que también nos muestra cómo las costumbres han ido cambiando, como ya nada es igual, y ni siquiera se mantiene lo que en un momento dado, existió.

Un contraste que, a veces, notamos cuando recorre su historia y le cuesta digerir algunas de las cosas que vivió en su pasado.

Por lo que nos acerca a su mundo, dándonos una certera visión , a veces dolorosa y siempre compleja de lo que vivió aunque siempre evitado la nostalgia, ya que nos recuerda que aquellas vivencias, que aquella infancia y primera juventud también tuvo sus dificultades.

Se trata de un mundo condenado a morir conforme irán sucediéndose los avances de todo tipo, sociales, económicos, políticos y tecnológicos.

Y hablemos también de la importancia de los colores del cómic, sólo se utiliza el color blanco y el negro en las viñetas, pero también el color amarillento que es el color llamado sepia.

Con tan sólo esos tres colores que, además, también tienen significado como veremos, ya que cuando la viñeta está coloreada en sepia nos indica que lo que ahí vemos y leemos es algo negativo o bien para el protagonista, o bien por lo negativo del tratamiento o la forma del lenguaje utilizado, sin embargo, en las viñetas que se reproducen en blanco y negro, todo transcurre con cierta normalidad.

Me ha gustado muchísimo, es una verdadera e impresionante historia y una novela gráfica excepcional que ha sido editada en este año de 2023, reciente y espectacular.

La he disfrutado, la he vivido , me ha emocionado, me ha impactado y sus imágenes y viñetas son una delicia. Sencillamente genial. Muy recomendable.

De nuevo gracias a los préstamos de mi vecino pude leer uno de los clasificados como cómic del año 2023, y lo cierto es que no es para menos, porque nos encontramos con una obra que nos toca a nivel estético y narrativo a partes iguales.

Nos situamos en un pueblo cualquiera de la España de finales del franquismo (aunque no se menciona, se supone que es Sinarcas, en la provincia de Valencia, donde vivió el padre del autor). Y son justamente las vivencias que pueblan los recuerdos de infancia y adolescencia de su padre vistos desde la actualidad lo que nos narra Sebastián en este cómic a modo de memorias fragmentadas ordenadas en orden cronológico. Hay por ello también cierta reflexión acerca de la veracidad del recuerdo y sobre perdonarse a uno mismo por cosas que hizo entonces y ahora no haría.

Cuando me lo prestó, mi vecino me comentó que si yo no tenía pueblo no iba a sentir las historias que narra el cómic del mismo modo, pero tras leerlo me ha quedado la sensación de que existen algunas experiencias que son comunes relativas a nuestra infancia, o quizás nos han podido llegar a través del relato oral de padres y abuelos. Los grupos de amigos y sus juegos y travesuras, el descubrimiento del cine o el despertar sexual, pero también la aceptación de la muerte o la amarga sensación que deja en ocasiones la crueldad.

Creo que, al igual que otros cómics de autores nacionales como Tito, Jaime Martín o Paco Roca, se trata de una obra que trasciende y se convierte en documento imprescindible para la recuperación de la memoria de una determinada época. Además el dibujo y el uso del dorado casan perfectamente con lo que cuenta, a lo que se suma la estupenda edición de Autsider, en tapa dura con telita y con páginas troqueladas. En definitiva, se trata de una lectura más que recomendable.