Cómo acabar con la escritura de las mujeres

"Los grupos privilegiados, como todo el mundo, prefieren pensar bien de sí mismos y creer que actúan de forma generosa y justa. (...) Lo que asusta del arte negro, o del arte de las mujeres, o del arte chicano -y demás artes- es que pone en cuestión la idea misma de objetividad y los criterios absolutos".

Aunque terminé este libro días atrás, todavía muchas ideas resuenan en mi cabeza. Hacía mucho tiempo que no sentía tanta rabia y disgusto leyendo un libro. "Cómo acabar con la escritura de las mujeres" ha sido un encuentro amargo pero revelador.
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Reconozco que no entendía eso de prestar atención al género del autor. Si miro mis estanterías, la abrumadora mayoría de mis libros han sido escritos por hombres blancos. Hay pocas mujeres, poca literatura no occidental y ni hablar de minorías. Siempre he creído que hay que leer lo que te gusta, lo que te llama, sin imposiciones. Pero ¿y si precisamente solemos decantarnos por los más representados porque son los que colman la literatura? Porque ellos crearon las reglas para mantenerse ahí, para intentar excluir a otros.
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Este ensayo me ha hecho acercarme a las lecturas de otro modo y ser consciente de que mis elecciones no eran tan libres como yo pensaba. No creo que vaya a dejar de leer lo que me gusta por esto, pero voy a intentar investigar para ampliar horizontes, estoy segura de que me estoy perdiendo maravillas solo por quedarme con lo básico.