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La historia de «Marina» ha sido un auténtico descubrimiento para mí. No me imaginaba para nada que escondería una historia de este calibre y aún menos teniendo en cuenta que pertenece al género juvenil. En esta historia nos encontramos con Óscar, un chico de quince años que lleva una vida bastante monótona dentro del internado donde vive. No obstante, esa tranquilidad se verá interrumpida cuando conozca por casualidad a Marina, una chica de su misma edad, y a su padre Germán. A partir de ese momento, los días de Óscar adquirirán una nueva tonalidad e incluso terminará considerando a esta pequeña familia como la suya. Entre Marina y Óscar se creará un gran vínculo de complicidad y cariño. Dedicarán los días a confiarse secretos, historias, pero también a buscar aventuras; aventuras que terminarán relacionadas con la historia de Mijail Kolvenik. El descubrimiento de un tenebroso y oscuro cementerio, la presencia de una mujer que se esconde tras un fúnebre atuendo, el símbolo de una mariposa negra en una de las lápidas que descansa en el cementerio… Todos estos elementos entre muchos más atraerán a Óscar y Marina, y les empujarán a una historia de reencarnación, amor, pero también de sufrimiento y muerte. Hasta aquí voy a contar para no destripar la historia. La verdad es que hasta la fecha solo había leído «El príncipe de la niebla», pero después de leer «Marina» ya no sabría decir cuál de los dos es mi favorito. Es una historia increíble, llena de misterio, suspense, terror y donde el dolor y el amor van cogidos de la mano. |
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