El príncipe de la niebla

Querido Zafón;

La nostalgia tiene la virtud de viajar al pasado y casi tocarlo con la punta de los dedos. y el defecto de esfumarse igual que viene.

Y cuando desvanece, siempre invade la impotencia de sentir que aquellos días nunca volverán a vivirse en tiempo real o, al menos, no de la misma forma.

Acariciando la portada de este libro que no me pertenece, sonrío al pensar en el intercambio con la mujer que deja de ser niña a pasos agigantados pero que aún conserva ese brillo en la mirada de quien tiene todo un universo por descubrir.

Ambos pensamos que el otro sale ganando con el cambio.

Ambos vigilamos el cuidado de ese libro, que es nuestro tesoro con enfermiza precaución.

No dobles, no ensucies, pasa las páginas con cuidado...

" El príncipe de la niebla" y " La sombra del viento" son las biblias en manos invertidas, heréticas...profanas.

No cabe duda que tú eres el guardián de nuestros pequeños cementerios a los que llamamos bibliotecas y nosotros que aún moramos el mundo de los vivos, tu bendito sacrilegio.

La novela que nos ocupa cumple la misión de que chavales en la edad de mi hija se apasionen por el mundo de la literatura y lo hace porque cuentan las historias que ellos quieren escuchar.

Ahí está la magia, el secreto del Santo Grial. Da igual que esté mejor o peor escrito...
Tal vez el viejo carcamal que redacta estas líneas le deba hoy una disculpa al Crepúsculo de Meyer por no valorar la importancia que tiene conquistar nuevos lectores.

La familia Carver se muda a una nueva ciudad.
A una nueva casa donde los fantasmas de tragedias pasadas no son únicamente metafóricos.

El texto, tiene todo ese ambiente de sombras, nieblas y misterios que Zafón maneja a la perfección y la capacidad de sostener al lector en esa tensión que inexorable, te devora en idéntica proporción que tu a sus páginas.

En la ópera prima del catalán ya se atisban destellos de lo que vendrá después, tanto en " Marina" como en la tetralogía que lo encumbró.

Su prosa cuidada contiene trazos de ese lirismo en la sencillez pero donde predomina el lenguaje directo, rápido, con las mínimas pausas que una novela de este género precisa para respirar.


Pero para los que empezamos a saborear al autor con los Sempere y Fermín es inevitable que este príncipe se nos quede algo cojo.

De cualquier forma, lo que prevalece en esta ocasión es la idea de compartir, pelear con capa y espada cada cual por la honra de su libro y...verla crecer. creciendo con ella en un mismo universo literario.

Querido Carlos:

Gracias por regalarme este momentazo.
Hubiera preferido enviarte esta reseña al más acá en lugar del allá, pero es que al contrario que tú, tan solo soy un misero mortal que no puede evitar...

Echarte mucho, muchísimo de menos por más que me digan que queda para la eternidad el legado de tus libros.