Mi perfecto sapo azul

Esta novela consta de 252 páginas dividida en 20 capítulos más epílogo, alternando la narración en primera persona con la omnisciente.


Elisabeth Lowell desde que es una niña siempre ha sido doña perfecta, jamás se ha ensuciado, nunca ha dicho una palabra fuera de lugar, aunque en realidad siempre ha sido perfecta menos cuando conoció a su nuevo vecino, que hizo sacar lo peor de ella y siempre que se enfrenta a él, deja de ser esa dulce niña delicada conocida por el pueblo. Con tan solo 8 años empieza a escribir su lista del hombre ideal que tiene que cumplir 10 requisitos.

Alan Taylor al que apodan el salvaje, dos años mayor que su vecina con 10 años de edad se muda a vivir a casa de su abuela junto a su madre, el mismo día que llega conoce a los Lowell y por supuesto a doña perfecta a la que tarda menos de un segundo en desquiciar y a partir de ese momento, su pasatiempo favorito será demostrar que no es tan perfecta como ella se piensa.

Tengo que decir que elegí esta lectura por su portada, me parece de lo más divertida y su título también, la verdad es que no me paré a leer la sinopsis, con lo cual fui completamente a ciegas y me he llevado una grata sorpresa. Me ha parecido una lectura muy ligera a la par que divertida, algo que me ha llamado la atención es la forma de estar narrada, ya que dentro del mismo capítulo tenemos la primera persona de los dos personajes y la omnisciente, al principio creía que se trataba de un error ya que no me había encontrado antes con este estilo pero luego ya vi que no. Una de las cosas que más me han gustado es que la historia empieza cuando los protagonistas cuentan con 8 y 10 años respectivamente y vemos como van creciendo hasta llegar a la edad adulta, cosa que me ha hecho cogerles aún más cariño, las gamberradas que se hacen mutuamente Elisabeth y Alan simplemente son geniales y más para los habitantes de Whiterlande, un pueblo pequeño donde nunca sucede nada, hasta que doña perfecta y el salvaje empiezan a ser el centro de atención e incluso los vecinos hacen apuestas por quien conseguirá incordiar más al otro. El problema llega cuando van creciendo y Alan se da cuenta que está completamente enamorado de Elisabeth, pero esta no quiere saber nada de él, ya que no cumple ninguno de los requisitos de su lista para ser el perfecto príncipe azul, así que el salvaje tendrá trabajo si quiere convertirse en el hombre ideal de su querida doña perfecta. Sin duda os recomiendo esta lectura si os gusta el cliché enemies to lovers desde la dulce infancia y las risas. Os avanzo que ya estoy con el segundo de esta trilogía.
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